Cierto es que la Santa Sede Apostólica está
en una tremenda crisis de Fe, quizá en la Historia de la Iglesia, la más fuerte
de todas. La Historia de la Iglesia nos enseña un poco pero a considerar el
número de Antipapas que han hecho daño a la Iglesia... en materia de moral con
sus vicios y decadencias... Más algo es cierto, el Dogma y la Fe de la Iglesia
no lo tomaron ni lo pisotearon... Por la Gracia de Dios y la Acción del
Espíritu Santo.
Triste es, la contemplación del Estado de Fe hoy en la Iglesia, donde el Dogma y la Fe, y la Sacralidad de los Sacramentos y la Doctrina Católica, es cruelmente pisoteada por Aquellos Padres nuestros, los Obispos, Cardenales y el mismo Sumo Pontífice, que deben darnos la Fe Íntegra y Santa para salvarnos.
Ningún Papa, ni aun los Antipapas han tocado el Dogma de la Iglesia, han sido declarados Antipapas por sus desenfrenos humanos y morales, y triste es, sus intereses mezquinos. En una de las grandes crisis para la Iglesia, que tantos Santos y Testigos del Evangelio combatieron desde la Obediencia y dentro de la Iglesia. (San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Ávila, San Carlos Borromeo). Y así también hubo hombres inspirados por Satanás (Martín Lutero, Calvino) que lejos de reformar la Iglesia, la destrozaron demoniacamente.
Triste es, la contemplación del Estado de Fe hoy en la Iglesia, donde el Dogma y la Fe, y la Sacralidad de los Sacramentos y la Doctrina Católica, es cruelmente pisoteada por Aquellos Padres nuestros, los Obispos, Cardenales y el mismo Sumo Pontífice, que deben darnos la Fe Íntegra y Santa para salvarnos.
Ningún Papa, ni aun los Antipapas han tocado el Dogma de la Iglesia, han sido declarados Antipapas por sus desenfrenos humanos y morales, y triste es, sus intereses mezquinos. En una de las grandes crisis para la Iglesia, que tantos Santos y Testigos del Evangelio combatieron desde la Obediencia y dentro de la Iglesia. (San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Ávila, San Carlos Borromeo). Y así también hubo hombres inspirados por Satanás (Martín Lutero, Calvino) que lejos de reformar la Iglesia, la destrozaron demoniacamente.
El Papa Francisco, Sucesor del Apóstol Pedro... cierto es que ha realzado la dignidad humana en la Iglesia. Más sin embargo, no por levantar un valor se vale pisotear otro. Y triste es que el Valor Espiritual de la Iglesia se pisotea. Se pisotea la Eucaristía, se pisotea el Matrimonio, se pisotea la vida ante el Aborto, usando eufemismos... Triste es que cuando la Iglesia y el mundo comparten conceptos para hacer menos fuerte la realidad por no dañar las susceptibilidades, es señal de que algo no marcha bien. Pues la Iglesia, su Misión Divina, es la SALVACIÓN DE LAS ALMAS, no la atracción de las masas.
Hemos convertido la Divina Misericordia, en un acto de solapadera al por mayor, bajo argumentos condenables: "Puedo pecar... al final de cuentas Dios me perdona"... "Me esfuerzo lo mínimo, ya con que alcance el Purgatorio". "hay que atraer a los alejados... pero hay que eliminar de los textos aquellas partes que les incomodan"... "Si sienten paz en su corazón pueden comulgar en pecado"... Como si los sentimientos hicieran el pecado bueno... nos hemos convertido como Iglesia en un ente relativista y sincretista que raya en un Ateísmo Práctico...Pisoteando la Sagrada Liturgia, convirtiéndola en un circo, pues es aburrida, no me dice nada... que flojera ir, siempre lo mismo... y nos escudamos en un sin número de estupideces que no son sino inspiradas de Satanás.
Y sí esto que te dirijo nos incomoda... es porque como dice el refrán... "La verdad no duele pero incomoda"... pero aun conociéndola, triste es que los cristianos permanecen tibios queriendo tapar el sol con un dedo... cuando el Apocalipsis nos enseña que a los Tibios el Señor los Vomita... Y nos escudamos en la Obediencia al Papa como garante de Fe y Salvación, pero no miramos la Cruz que es el verdadero garante de la Fe, La Cruz como Triunfo de Cristo para nosotros y la alegría de la salvación. No como nos ha dicho lastimosamente el Santo Padre Francisco, enseñando que la Cruz, "es el fracaso de Dios"...
No nos podemos escudar en un “¿Quién soy yo para juzgar?” no se trata de juzgar, sino de hacer conciencia de nuestra Fe, de la Fe de nuestros Padres y de Nuestros Abuelos, de la Fe de los Santos, la Fe que Cristo nos dejó por medio de los Apóstoles, y que se ha transmitido. Sino hablamos nosotros, tengamos por seguro entendidos que las piedras se levantaran y hablaran lo que nosotros hemos callado, lo que tantos Pastores han callado como perros mudos incapaces de ladrar, reprocha Yahvé Dios, al Profeta Isaías. Que quedamos como metas extinguibles en lugar de ser hogueras ardientes.
Amor a la Iglesia es defender la Fe, Amor al Papado es defender la Fe, Amor a Cristo es guardar su Palabra. En Fe y Caridad hacia el prójimo. Osar decir que por amor y misericordia a los pecadores les vamos a solapar su pecado… y vamos a pisotear a Cristo, no es sino engañarse, mentirse a sí mismos. Dar la Sagrada Comunión en Pecado es lo mismo que celebrar un sin número de misas satánicas. Es arrojar el Santísimo Sacramento como si fuera comida de las bestias. No se ayuda a salvar a las almas, se ayuda a condenarlas. Se condena el Obispo que permite la Comunión en pecado, se condena quien sabiendo su pecado se acerca a la Recepción del Sacramento. Y Satanás goza con el espectáculo.
No se trata de desconocer al Sumo Pontífice, más sin embargo, cierto y triste es, que Roma está perdiendo la Fe, como lo advirtió María Santísima en La Sallette, y duele ver la perdición de tantas almas envueltas en tanta confusión y Papolatría, mirando al Papa, casi como un dios… orar por él, es obligación de todo cristiano… más no es de Dios, en nombre de la obediencia, solapar el error y aplaudirlo, hay que amar el Sumo Pontificado. Pero hay que amar más la Verdad de Cristo, pues en ella está la Salvación de las almas.
Oración, oración por la
Iglesia… Pues cierto es la Promesa del Señor Jesús, que los Poderes del
Infierno no prevalecerán sobre ella. Y aun tambaleante la barca en el mar,
sigue navegando y Cristo el Señor va en ella para apaciguar las aguas y
ponerlas en orden. Esa es la Confianza del Católico. Los ojos en Cristo que
Duerme y suplicante que despierte para volver las aguas a la calma.
Reformar la Iglesia implica reformarla verdaderamente para que crezca la Fe, no para que venga a menos y se entienda menos. No podemos tomar una actitud rebelde siendo otros Lutero, otros Calvino. Aunque a quienes defendamos la Verdad nos acusen de rebeldes y discapacitados mentales, como lo han comentado Obispos y Cardenales al injuriar a Su Eminencia el Cadenal Burke… Cuando se ha mantenido siempre firme en fe y fidelidad a Roma… Aun cuando el Papa, tristemente ha hecho tanto para atacarlo y hacerlo quedar en mal, quitando la Soberanía de manera arbitraria a la Orden de Malta, y ahora enviando casi a destierro al Cardenal a las Islas de Guam… Bajo una alegación que confía en el para solucionar los problemas allá. Cuando el Sumo Pontífice, por bien de la Iglesia ante sus males más latentes, ha de responder las Dubias que han planteado sus Eminencias, apoyados por más de 30 Padres Cardenales, Obispo y un sin número de Sacerdotes y Laicos.
Fidelidad a Cristo y a su Iglesia, Fidelidad al Sumo Pontificado.
Reformar la Iglesia implica reformarla verdaderamente para que crezca la Fe, no para que venga a menos y se entienda menos. No podemos tomar una actitud rebelde siendo otros Lutero, otros Calvino. Aunque a quienes defendamos la Verdad nos acusen de rebeldes y discapacitados mentales, como lo han comentado Obispos y Cardenales al injuriar a Su Eminencia el Cadenal Burke… Cuando se ha mantenido siempre firme en fe y fidelidad a Roma… Aun cuando el Papa, tristemente ha hecho tanto para atacarlo y hacerlo quedar en mal, quitando la Soberanía de manera arbitraria a la Orden de Malta, y ahora enviando casi a destierro al Cardenal a las Islas de Guam… Bajo una alegación que confía en el para solucionar los problemas allá. Cuando el Sumo Pontífice, por bien de la Iglesia ante sus males más latentes, ha de responder las Dubias que han planteado sus Eminencias, apoyados por más de 30 Padres Cardenales, Obispo y un sin número de Sacerdotes y Laicos.
Fidelidad a Cristo y a su Iglesia, Fidelidad al Sumo Pontificado.
MAURICIO PARRA SOLIS
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