sábado, 26 de octubre de 2013

Fiesta Diocesana



Desde este Blog, nos unimos al gozo de
Nuestra Iglesia Diocesana de Mexicali,
pues en el marco de este Año Mariano, el pasado
25 de Octubre de 2013
Recibimos el Don de 6 nuevos Diáconos Transitorios.
Pedimos al Señor y Dueño de la Mies les conceda
la Santa Perseverancia y la Santidad en su Vocación
como los necesita hoy mas que nunca la
Santa Madre Iglesia y el Pueblo de Dios.



Oración del Siervo de Dios
Mons. Luis María Martínez
por las Vocaciones Sacerdotales

Oh, Jesús, Pastor Eterno de las almas,
dígnate mirar con ojos de Misericordia
a este porción de tu grey amada.
Señor gemimos en la orfandad,
dános vocaciones, danos Sacerdotes Santos.

Te lo pedimos por la Inmaculada
Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.

Oh Jesús, danos Sacerdotes
según tu Corazón.

Amén



sábado, 12 de octubre de 2013

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA


¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón. En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades. Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente. Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el reino de Dios. Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Dad la paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo bajo el único verdadero Pastor. Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios. Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.


domingo, 6 de octubre de 2013

Las Consecuencias del Santo Rosario I : Las Promesas

En este mes del Santísimo Rosario, les traigo las Promesas, Bendiciones y Beneficios que Nuestra Señora nos concede.



Las Promesas

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales. 

2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario. 

3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías. 

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio. 

5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecerá. 

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna. 

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos. 

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos. 

9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente. 

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo. 

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario. 

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte. 

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo. 

15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

CONTINUARÁ...