miércoles, 24 de mayo de 2017

Profecías de San Francisco de Asís


El santo profetiza grandes cismas y tribulaciones en la Iglesia.

Poco antes de morir, San Francisco de Asís reunió a sus seguidores y les advirtió de los problemas venideros, diciendo:

Sean fuertes, mis hermanos, tomen fuerza y crean en el Señor. Se acerca rápidamente el tiempo en el que habrá grandes pruebas y tribulaciones; abundarán perplejidades y disensiones, tanto espirituales como temporales; la caridad de muchos se enfriará, y la malicia de los impíos se incrementará.

Los demonios tendrá un poder inusual; la pureza inmaculada de nuestra Orden y de otras, se oscurecerá en demasía, ya que habrá muy pocos cristianos que obedecerán al verdadero Sumo Pontífice y a la Iglesia Romana con corazones leales y caridad perfecta. En el momento de esta tribulación un hombre, elegido no canónicamente, se elevará al Pontificado, y con su astucia se esforzará por llevar a muchos al error y a la muerte.

Entonces, los escándalos se multiplicarán, nuestra Orden se dividirá, y muchas otras serán destruidas por completo, porque se aceptará el error en lugar de oponerse a él.

Habrá tal diversidad de opiniones y cismas entre la gente, entre los religiosos y entre el clero, que, si esos días no se acortaren, según las palabras del Evangelio, aun los escogidos serían inducidos a error, si no fuere que serán especialmente guiados, en medio de tan grande confusión, por la inmensa misericordia de Dios.

Entonces, nuestra Regla y nuestra forma de vida serán violentamente combatidas por algunos, y vendrán terribles pruebas sobre nosotros. Los que sean hallados fieles recibirán la corona de la vida, pero ¡ay de aquellos que, confiando únicamente en su Orden, se dejen caer en la tibieza!, porque no serán capaces de soportar las tentaciones permitidas para prueba de los elegidos.

Aquellos que preserven su fervor y se adhieran a la virtud con amor y celo por la verdad, han de sufrir injurias y persecuciones; serán considerados como rebeldes y cismáticos, porque sus perseguidores, empujados por los malos espíritus, dirán que están prestando un gran servicio a Dios mediante la destrucción de hombres tan pestilentes de la faz de la tierra. Pero el Señor ha de ser el refugio de los afligidos, y salvará a todos los que confían en Él. Y para ser como su Cabeza, estos, los elegidos, actuarán con esperanza, y por su muerte comprarán para ellos mismos la vida eterna; eligiendo obedecer a Dios antes que a los hombres, ellos no temerán nada, y han de preferir perecer antes que consentir en la falsedad y la perfidia.

Algunos predicadores mantendrán silencio sobre la verdad, y otros la hollarán bajo sus pies y la negarán. La santidad de vida se llevará a cabo en medio de burlas, proferidas incluso por aquellos que la profesarán hacia el exterior, pues en aquellos días Nuestro Señor Jesucristo no les enviará a éstos un verdadero Pastor, sino un destructor.



    La profecía es de San Francisco de Asís 
y una referencia de la misma la encontré con imprimatur 
en una obra de hace casi 150 años.

domingo, 21 de mayo de 2017

¿Puedo ser yo, motivo de tentación?



Lastimosamente se puede mal interpretar esta pregunta u afirmación, llevándonos a creer que somos como endemoniados o circunstancias parecidas que nada tienen que ver en ese sentido.

Al ser creación perfecta de Dios, creados a su Imagen y Semejanza (Gn. 1, 27) somos dotados de carismas y cualidades, tanto internas como externas, humanas como extraordinarias, todas ellas que son gracia de Dios y muestra de Su Amor por nosotros.

A unos les ha dado talentos, como lo refiere el evangelio, que han puesto a servicio y los han cultivado copiosamente, según la medida de su esfuerzo. A unos, les concede el talento del canto, a otros la pintura y las artes plásticas, otros el Don de la palabra para dar consejo, otros que con la sola escucha hacen sentir la presencia de Dios. Otros la capacidad de la amistad, etc. A otros más les ha dado la capacidad o la sensibilidad para expresar limpiamente sus sentimientos, que es una gracia de Dios para hacer más palpable esa ternura por cada uno de nosotros.

Físicamente también el Señor nos ha dotado de belleza singular, una persona, puede ser agradable a la vista de la otra persona y sentir cierta atracción a esa persona, una cierta admiración, y un natural deseo de compartir hacia uno mismo, el mismo estado de salud física.

En todo esto, no hay motivo alguno de tentación, es cierto, y la persona tampoco busca, rectamente, ser motivo de tentación para el prójimo. Para quien sea, llámese Sacerdote, Religioso, Religiosa, hermano, hermana, de quien sea.

El tentador, enemigo por excelencia de la creación divina, maestro y padre de la división, ¿puede hacer que estas cualidades se opongan al Plan de Dios? La respuesta es SI. Un fuerte sí. No porque la persona así lo busque el ser tentación para el prójimo. Sino porque el maligno nos hace tan atractivos para el otro, y es ahí cuando empezamos a ser tentación del hermano, no porque nosotros así lo seamos a propósito, sino que las mismas cualidades que Dios nos ha dado, son tan mal entendidas que el demonio, en su papel, al ser intelectivo, es decir, superior en inteligencia a nosotros, manipula las circunstancias.

Es difícil de explicar esto. Dios, explica el P. Fortea, entre los muchos instrumentos que tiene para la santificación de las almas, el maligno es uno de esos pinceles, mas no siempre el que aparece en este plano, pero permite su acción para hacernos capaces de resistir, y dar el paso decisivo, de ambos lados, tanto del que es tentado como del que es objeto de la tentación. No se trata de endemoniados. Se trata de temple y decisión.



El que es objeto para la tentación, no busca ser tentación, vive su semejanza a Dios de una manera auténtica, siendo libre y siendo realmente quien es, y eso es a los ojos humanos altamente atractivo, muy deseable y de alago, aun para Dios mismo. Somos creados auténticos y debemos permanecer en esa autenticidad, no dejarnos manipular por las corrientes. Y cuanto más auténtico es uno, más atrayente es.

Por sí mismo, no es motivo de tentación, para él, no es la tentación, él trabaja en lo que debe trabajar. Y se perfecciona dónde debe perfeccionarse.

Sin embargo, para el tentado o la que es tentada, cual sea la situación y el caso, el enemigo usa las mismas debilidades del hombre para hacerle caer, ese es su trabajo más próximo, tomas la debilidad y llevarla al límite, a final de lograr, que el hombre caiga en el pecado. De triturarle y robarle la gracia de Dios, a unos mayormente u otros simplemente, no necesita ocuparse mucho. Todo es envuelto en el Plan sapientísimo de Dios y de acuerdo al estado de vida.

Quien se hace culpable? El que es motivo de tentación o el tentado que se rinde ante ella? La debilidad humana, penosamente es algo con lo que el hombre lastimosamente nace, consecuencia de nuestros primeros padres Adán y Eva. Pero de nosotros consiste en vencer la tentación, no exentos de caer en ella, pero si obligados a luchar.


Cada uno en su responsabilidad, tanto el objeto de tentación como el tentado. Si el tentado ha caído y ha provocado, el tendrá cuenta que rendir. Pero si el objeto de tentación sigue el mismo juego, sin alejarse de la contraparte, ahí ha servido en las manos también del enemigo, y se hace objeto suyo. Donde debió haber reinado la gracia ha ganado el maligno. El objeto se ha entregado libremente como semillero de la causa de tentación. 


Mauricio Parra Solís

lunes, 15 de mayo de 2017

“Pastores: Defended a Vuestros Sacerdotes” Llamamiento a Nuestros Obispos

Y sin embargo,
San Francisco de Asís les Predico el Evangelio
y les Infundio Respeto.


Conferencia del Episcopado Mexicano
Presente.-


            Vivimos tiempos que son de ardua persecución a la Iglesia en México y en él mundo. Ya han sido demasiados nuestros Sacerdotes a los que se les han arrebatado la vida de una manera brutal y que han sido víctimas de violencia por el Nombre de Cristo y de la caridad. Y hoy más que nunca es un tiempo de oración y reflexión profunda no solo para los Fieles Cristianos, sino también de meditación y acción por parte de nuestra venerable Jerarquía, ustedes, los Obispos, que son los Pastores del Rebaño, que deben cuidar a las ovejas en peligro, cuidarlas del lobo rapaz que viene y mata sin piedad.

            ¿Cuantos Sacerdotes más deben ofrendar su vida y su sangre para que verdaderamente se alce la voz? Ahora ha sido un Hermano Sacerdote de la Archidiócesis Primada de México, apuñalado por un musulmán. ¿Esperaremos a que en Nuestro Suelo sea derramada más sangre Cristiana? Ya ha sido bastante fecundado en el Nombre de Cristo Rey y Santa María de Guadalupe por los enemigos de la Fe, por el gobierno masón de Calles, ¿ahora tendrá que sufrir la persecución musulmana? Sino son ustedes Pastores quienes defienden a sus hijos… ¿Quién lo hará?

            La Iglesia, es Madre que acoge a todos los pueblos y llama a todos los hombres a seguir a Cristo, en la Concordia, la Caridad y la Fraternidad. Pero también debe, levantar su voz profética y exigir el respeto a la vida y a la dignidad de la persona. Cierto es que la Iglesia, el Evangelio y el mundo no son amigos, el Evangelio no es una corriente del mundo, es totalmente contraria. Cierto es que la Iglesia debe asemejarse en todo a Su Señor, la vida de muerte en Cruz para Resucitar gloriosa. Más sin embargo, no dejar de predicar como Cristo, a tiempo y a destiempo. En la ternura y la Misericordia, y sin embargo, con la firmeza de la denuncia profética.

            Y cierto es que hay que recordar ahora más que nunca, que el Islam y el Cristianismo no son en absoluto compatibles. ¿Cuánto más debe enseñarnos la historia y la Sangre de incontables Mártires, para que entendamos esto?¿No nos basta acaso el ejemplo de Tierra Santa y tantos Cristianos que han derramado su sangre a manos del Islam? Tal parece que no solo el mundo, sino la Iglesia, pisotea la Sangre de tantos mártires que a lo largo de los siglos han dado su vida en manos del Islam, bajo la falsedad de un ecumenismo fraterno. La caridad no exime el gritar la realidad que enfrenta la Fe. ¿Cuándo Dios ha ordenado y es agradable a su Nombre tomar la vida de un ser humano? ¿Dónde puede existir la paz en una religión que exige tomar la vida de otro por profesar una fe distinta? ¡No es un dios homicida sino el demonio!

            Los Cristianos estamos llamados a amar al prójimo, como Cristo, hasta el extremo, más también a defender la integridad no solo de la Fe, sino de la humanidad redimida. ¿Es justo llamar a los cristianos solamente a amar a los musulmanes cuando ellos en nombre del demonio Alá y el nombre del falso profeta Mahoma derraman nuestra sangre cristiana? ¿Cuándo serán llamados los musulmanes a tener el mismo respeto y la misma caridad para los cristianos después de tantos siglos de persecución?

            Como hijo de la Iglesia levanto la voz, y suplico Padres míos, en el mismo nombre de Cristo, levantad vuestra voz en defensa de sus hijos.


Mauricio Parra Solís



            Mexicali, B.C., 15 de mayo de 2017. Año Jubilar por el Centenario de las Apariciones de Fátima. Memoria de San Isidro Labrador.

viernes, 5 de mayo de 2017

Acto de Reparación al Inmaculado Corazón de María por el Pecado de Aborto



            Reina del Santísimo Rosario, humildes y penitentes nos acercamos a tus plantas, con ánimo ferviente de amar y consolar tú Inmaculado Corazón, traspasado por la daga ingrata de nuestros muchos pecados, que deseamos llorar con verdaderas lágrimas de amor y de arrepentimiento, especialmente por los pecados que han sido escándalo del mundo que espera nuestro compromiso y fidelidad al Evangelio de tú Divino Hijo Jesucristo.

            Perdón y piedad, Reina y Señora Nuestra, pedimos Dios por ti intercesión por el abominable crimen perpetrado contra la Vida desde la Concepción, ocasionada por el Pecado del Aborto, nos hemos dejado arrastras engañados por falsas doctrinas que vienen a centrar al Hombre como dueño del mundo y artífice de la historia. Nos hemos llenado de la soberbia para querer tomar el lugar que solo a Dios le corresponde para sentarnos nosotros sobre el mismo trono. Nuestras manos se han manchado con la sangre de inocentes a quienes hemos mutilado la vida criminalmente, sangre que es gozo y regocijo del maligno, a quien la ofrecemos como sacrificio de alabanza para la perdición de las almas.

            Queremos consolar al Corazón de Jesús por tus Manos, oh María Inmaculada, porque nuestras pobres obras son nada en comparación de la alabanza y la súplica que procede de tus labios, y tiene aún mayor poder, pues el pecado que pesa sobre sobre nosotros nos impide acercarnos con Gracia al Trono del Amor Divino.

            Perdón y piedad por los asesinatos de tus hijos inocentes que hemos cobrado en nuestras manos y por el poco empeño que hemos trabajado para impedirlo.


+ Perdón por las madres que libremente han perpetrado tan atroz crimen arrebatando la vida de sus hijos. R. Perdón Señor, Perdón
+ Perdón por los médicos que han usado sus manos para aniquilar la vida en lugar de salvarla. R.
+Perdón por los gobernantes que no legislan leyes justas y dignas para defender la vida desde la concepción natural. R.
+Perdón por los Pastores, Obispos y Sacerdotes que han sido tibios en levantar su Voz ante los crímenes que claman a tu Presencia. R.
+ Perdón por los Laicos Comprometidos que apoyan y defienden la aniquilación de la vida en determinadas circunstancias. R.
+ Perdón por quienes usando el nombre de católicos, apoyan y promueven el aborto como libertad del Hombre. R.
+ Perdón por las mujeres que se dejan vencer por el miedo, la presión o la desesperación de la sociedad para animarlas a cometer el aborto. R
+ Perdón por las vidas que se pierden en los quirófanos de los centros abortoarios, de tantos niños y tantas madres que han sido engañadas. R.
+ Perdón y Piedad porque no hemos trabajado lo suficiente para evitar estos crímenes y convertir a las almas con nuestro testimonio y nuestra caridad. R.

María, Madre de la Vida, protege también de manera especial a las madres que se sienten agobiadas y desesperadas, presionadas por circunstancias ante las cuales se sienten obligadas a perpetrar este crimen, para que encuentren en Ti, Madre, un modelo seguro de fortaleza ante estas dificultades y acepten con gozo, fe y esperanza esta hermosa misión del Don de la Maternidad. Y a sus padres, que tengan la valentía de afrontar su paternidad de manera responsable, fiel y amorosa al plan de colaborar en la creación de la Vida.

María Madre del Verdadero Dios por quien se vive, enseña a la sociedad el Sí de la Vida desde la Concepción hasta la Muerte Natural, y expulsa de ella al demonio para que no siga engañando mediante políticas públicas que atentan contra el valor más Sagrado del Ser Humano. Derrama sobre México y el Mundo Entero el Fuego de Amor de la Llama de tú Inmaculado Corazón y calienta la frialdad, enciende la tibieza y llena de fervor a las almas entregadas. Por tu intercesión, venga a los médicos también el Don del Espíritu Santo para que recuerden la misión encomendada de ver siempre por el bien de los pacientes y velar por la salvación de las vidas.

Inmaculado Corazón de María, presenta nuestra fervorosa súplica ante Jesús, Camino, Verdad y Vida, y se la salvación de nuestras almas.

Amén.


Mauricio Parra Solís
Esclavo del Inmaculado Corazón de María


Mexicali, B.C., 05 Mayo de 2017. Año Jubilar por el Centenario de las Apariciones de María Santísima en Fátima



lunes, 1 de mayo de 2017

Visita a Jesús Sacramentado

Dulce Jesús mío, creo firmemente que estas presente delante de mí, en este Sacramento de Caridad, que al permanecer delante de Ti, me contemplas con todo el Amor con que lo hiciste en la Cruz, como Rey de Misericordia y Compasión, reconozco que he sido frio, indiferente ante tu presencia en tantos Sagrarios donde estas escondido, en tantos Altares donde estas Expuesto esperando ser Adorado y Acompañado, y he pasado de largo sin prestarte atención. Y me duele lo más profundo del alma, porque no te cansas de estar ahí para mí siempre que yo lo necesito, pero siempre acudo tan solo cuando me agobia el peso de mis pecados y tribulaciones, mientras que en tiempos de alegría simplemente no quiero saber que siquiera existes.

Ahora volteo al mundo, y comprendo por qué está todo tan mal, porque te hemos desterrado de nuestras vidas, porque no eres el centro de cada corazón que tú mismo moldeaste para Ti, como Templo y Morada predilecta de tu Caridad. Somos culpables del estado en que vivimos, por alejarnos de Ti, y de todo aquello que nos enseñas para salvarnos, santificarnos y alcanzar el verdadero gozo. Ya no tenemos esperanza, la hemos perdido, nos hemos alejado de Ti, en quien debemos confiar y esperar sin límites, porque jamás nos darás la espalda, aun cuando nosotros te humillemos y te olvidemos. Y sin embargo, sigues ahí presente, fiel y constante. Nos amas y nos llamas. Nos curas y nos fortaleces. ¿Por qué entonces nos empeñamos, Señor, en buscar descanso fuera de Ti? ¿Por qué si lo que el mundo ofrece y nos sentimos vacíos, no somos capaces de voltear la mirada hacia tu Presencia?

¡Nos has amado hasta el extremo! Una caridad infinita de pagar el precio que nosotros teníamos escrito desde la creación del mundo. Amor que da la vida por sus enemigos, aun sabiendo que te pagaríamos con menosprecio y olvido. Nos envuelves en Amor y te damos de bofetadas. Nos liberas de ataduras, y nos empeñamos en permanecer con las cadenas de nuestros pecados. Te haces alimento de Vida Eterna, para estar unidos más a Ti, y no te reconocemos ni te disfrutamos, te tiramos al suelo y pisoteamos, nos hemos convertido en legiones de demonios que te injurian y te ofenden.

Permíteme presentarme delante de Ti, con un corazón verdaderamente arrepentido, capaz de saber reconocer sus culpas y llorarlas con verdadero desprecio, pues han sido la causa que yo me aleje de Ti, y busque el abrazo que deja con hambre y la palabra que no sacia mi sed. Yo mismo soy culpable de haberme alejado, cuando tú me extiendes la mano para sostenerme y levantarme cuando me encuentro en el suelo. Yo he sido quien te ha despreciado con mi egoísmo sintiéndome dueño de mi propia existencia sacándote de mi vida, sin reconocerte como a mi Señor y Salvador, como a mi Padre y Creador. Misericordia Señor, porque mi alma esta saciada de cientos de desprecios por querer ocupar un lugar que solo Tú debes tener, porque soy reo de muerte eterna, por no arrepentirme tantas veces y no haberme alejado de las ocasiones para pecar. Por haber sido cómplice ante la injusticia, por no tener el coraje de levantar la voz y de actuar para vivir el Evangelio y hacer de mi ambiente más lleno de humanidad verdadera en el amor y la fe.

Quiero reconocerte como Mí Señor, y poner a tus pies, aquí Presente en el Santísimo Sacramento, mi pobre corazón, mi nada, mi pequeñez, para que seas tú quien la transforme y la restaure, aun en el silencio, que cada latido sea una constante alabanza que sea agradable y suba hasta tu Trono. Quiero alabarte por aquellas almas que te han despreciado, quiero adorarte por aquellas almas que pasan de largo ante Tu Presencia Sacramental, quiero amarte por aquellas almas que te conocen y te frecuentan con tibieza, con costumbre y sin amor.

Te ofrezco mis trabajos, mis fatigas, mis alegrías, en homenaje de reparación y amor por mis ingratitudes y las ingratitudes de mis hermanos, familia, amigos y el mundo entero. Y te ofrezco también, las lágrimas y los dolores de Tu Santísima Madre, la Virgen María, y el amor que te rinden tus ángeles y santos delante de tú Trono.

Gloria, amor y alabanza sean dadas a tú Nombre, ¡oh Dios de Misericordia! Y ante ti sean dobladas toda rodilla, en el cielo, en la tierra y en lo más hondo de los abismos, reconociendo que Tú eres el Señor, quien Vino a salvar al mundo, y que vendrá lleno de majestad a regir el mundo. Gloria y Alabanza por los siglos de los siglos. Amén.



Mauricio Parra Solís
Esclavo Eucarístico del Inmaculado Corazón de María




            Mexicali, B.C., 01 de Mayo de 2017. Memoria de San José Obrero. Año Jubilar por el Centenario de las Apariciones de Nuestra Señora en Fátima.