martes, 2 de julio de 2013

Creo en la Iglesia que es UNA

"Única es la Iglesia fundada por Cristo Señor, aun cuando son muchas las comuniones cristianas que se presentan a los hombres como la herencia de Jesucristo Esta división contradice la voluntad de Cristo; es un escándalo para el mundo y un serio obstáculo para la evangelización. Reconoce que el "movimiento ecuménico" está impulsado por el Espíritu Santo, y considera que el deseo de restablecer la unidad es una "divina vocación y gracia" (1).
Se entiende por "movimiento ecuménico", "las actividades e iniciativas que, según las variadas necesidades de la Iglesia y las características de la época, se suscitan y se ordenan a favorecer la unidad de los cristianos" (2)

El mandato de Jesucristo ha sido uno al confiar la Iglesia a Pedro: "Et ego tibi quia tu es Petrus et super hanc petram aedificabo ecclesiam meam" (3), no se lee edificaras mis iglesias, sino solamente UNA. Un solo Señor, Una Sola Fe, un Solo Bautismo. Fuera de este mandato no se puede consebir alguna otra profesión de Fe como autentica y proveniente con veracidad divina. Mientras que toda secta y denominacion pseudo cristiana que va en contra de las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia, ha sido humanamente fundada por hombres herrantes y que han acomodado los preseptos de la fe a su antojo, convniencia y soberbia.

No se puede llamar sino "Herejes" a aquellos quienes no estan en comunion con la Fe Catolica, siendo que niegan y pisotean los Dogmas que han sido divinamente revelados, pues la Iglesia, como Esposa de Cristo, es depositaria perfecta de la Fe, puesto que su naturaleza no es dada por hombre sino por Dios mismo en la persona del Hijo. Decia, y con toda justicia el Papa Leon XIII de Santa Memoria: "Poner todas las religiones al mismo escalon que a la religion verdadera, es lo mismo que el ateismo", pues no se acaba sino dejando de fuera la realidad divina para centrarse meramente en el hombre como centro y fundamento de toda religion. El mandato preclaro de Jesús ha ido por mas clarisimo: “Id pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.” (4). Es acaso valido, congruente y fiel acatar este mandato de enseñar lo que se ha encomendado, y crear un ecumenismo negando los Dogmas mas importantes? No es acaso tomar nuevamente la Actitud de Judas, negando al Maestro?

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Es cierto, la labor de la Iglesia es crear la Unidad entre sus miembros, aun con sus diferencias, sus matices y caracteres, pero siempre en una misma y sola sintonia de Fe, el Señor mismo lo ha expresado: "Ut unum sint" (Que todos sean uno)(5) y eso se logra si con el dialogo, pero tambien no dejando de lado la correccion del error y no aplaudirlo y dejarlo a la creencia de cada quien, pues por demas esta decirlo, se sigue cayendo en el error y se permanece undido en el. A este respecto, podemos tomar las palabras del Apostol de los Gentiles a Tito: “Porque es necesario que un obispo sea capaz de instruir en la sana doctrina y refutar a los que contradijeren.” (6). No se puede concebir que aquellos a quienes se les ha encomendado el cuidado de la Fe, sean los primeros en desecharla, haciendo de ella algo moldeable al antijo libertino de la corrompida mente humana. Siendo que ellos son los primeros que deben de exigir al Pueblo Cristiano la recta vivencia de la Escritura, y a los Ministros, cooperadores de su labor la congruencia del Profeta: "Anunciar y Denunciar".

"Anunciar y Denunciar", labor que no solo compete a los Ministros de la Iglesia, sino a cada uno de los bautizados, pues hay que recordar que por la Uncion del Santo Crisma, hemos sido constituidos profetas de la Nueva Alianza. "Seguid todos al Obispo, dice San Ignacio de Antioquia, como Jesucristo a su Padre... que nadie haga al margen del Obispo nada en lo que atañe a la Iglesia" (7) Pero igual "Según los conocimientos, competencia y posición de que gozan, los fieles tienen el derecho e incluso a veces el deber de manifestar a los Pastores su opinión sobre cuestiones que pertenecen al bien de la Iglesia, y también tienen derecho a hacer conocer su opinión a los demás fieles cristianos , con el debido respeto a la integridad de la fe y la moral y a la reverencia hacia sus pastores, y con la consideración por el bien común y la dignidad de las personas." (8) y en este sentido, es de capital importancia no permancer mas callados, pues las circunstancias actuales, apremian a que el laico deje la oscuridad de la pena y la verguenza y tome sobre sus hombros la Cruz y en sus manos la espada de la legitima defensa y el escudo de la Doctrina Sana y Ascetica.

Ahora está muy extendido ese error de que “hay que dejar a cada uno en su religión, pues si está de buena fe se salvará” y erróneamente dicen que “el ecumenismo con los hermanos separados hay que practicarlo dejando a cada uno en su creencia y convergiendo todos (católicos y herejes) hacia un centro común a todos.” Tales tentativas no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio. Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios. (9)




El Venerable Magisterio de la Iglesia debe tener siempre una congruencia desde San Pedro hasta el ultimo de los Papas, no puede ser hoy uno y mañana otro, no se puede consebir, pues de esta manera, implica un apartarse tajantemente de la Verdad de Jesucristo, siendo que "servir tan solo a la verdad es la Unica meta del Sumo Pontificado a travez de los siglo; a la verdad, integra y autentica, no enturbiada por tiniebla alguna, ni plegada a ninguna condesendencia y jamas separada de la caridad de Jesucristo" (10). Ahora bien: cuando el Hijo Unigénito de Dios mandó sus legados que enseñasen a todas las naciones, impuso a todos los hombres la obligación de dar fe a cuanto les fuese enseñado por los testigos predestinados por Dios (11) la salvación eterna, no puede siquiera entenderse si la Iglesia no propone, íntegra y clara la doctrina evangélica y si al proponerla no está ella exenta de todo peligro de equivocarse, Acerca de lo cual van extraviados también los que creen que sin duda existe en la tierra el depósito de la verdad, pero que para buscarlo hay que emplear tan fatigosos trabajos, tan continuos estudios y discusiones, que apenas basta la vida de un hombre para hallarlo y disfrutarlo como si el benignísimo Dios hubiese , hablado por medio de los Profetas y de su Hijo Unigénito para que lo revelado por éstos sólo pudiesen conocerlo unos pocos, y ésos ya ancianos; y como si esa revelación no tuviese por fin enseñar la doctrina moral y dogmática, por la cual se ha de regir el hombre durante el curso de su vida moral. (12).

En conclusión: la oración en el ecumenismo debe ser para la CONVERSIÓN y el RETORNO como fin último; si no, es un falso ecumenismo de la peor especie que olvida el mandato de Cristo; y del que desobedece a Cristo ya sabemos su situación: “Todo el que no está conmigo, está contra Mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.” (13)


MAURICIO PARRA SOLIS


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1) Decreto Unitatis Redintegratio, no. 1
2) Decreto Unitatis Redintegratio, no. 4/b
3) Mt. 16, 18
4) Mt. 28, 19-20
5) Jn. 17, 21
6) Tit. 1, 7-9
7) S. Ignacio de Antioquia, Smyrn 8, 1
8) Codex Iuris Canonicus (1983), Can. 212, § 3.
9) Pio IX, Enc. Mortalium Animos, no. 3 (06 de Enero de 1928)
10) Pio XII, Summi Pontificatus
11) Act. 10, 41 / Enc. Mortalium Animos, no. 12
12) Enc. Mortalium Animos, no. 12
13) Mt. 12, 30

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