sábado, 11 de marzo de 2017

Carta Abierta a Fray Tomás González, OFM Sobre el Sacrilegio LGTB de la Santa Misa

Mexicali, B.C., 11 de Marzo de 2017
Año Jubilar por el Centenario de las Apariciones
de la Santísima Virgen en Fátima.

Fray Tomás González, OFM
Parroquia de Jesús Crucificado
Diócesis de Tabasco
P R E S E N T E. –

                        Estimado Hermano:

            Es difícil escribir estas líneas y sentirse abiertamente molesto, triste e indignante. Ante la soberbia muestra de carácter que ha tenido debido a las recientes críticas a su Sacrílego respeto a la Celebración de la Misa. Por demás decir, el papel de victimismo que encarno ante las mismas, pues usted mismo en conciencia, sabe que lo que ha hecho no es digno de un Ministro del Altar.

            Cierto es, como usted mismo lo dijo en su Red Social, que “La Misa es la mesa compartida donde nada queda excluido, donde hay pan para todas y para todos donde se genera fraternidad y dignidad”. Lo que no es aceptable, es que en virtud a la inclusión que debe tener la Iglesia, como Madre de Misericordia, es pisotear al Señor mismo en su Templo, faltar al respeto a lo más Sagrado y Digno que los Católicos tenemos en el Santo Sacrificio de la Eucaristía, tratar el Templo, el Altar como si se tratara de un circo.

            Creo que en el tiempo que usted estudio en la Formación de la Orden de San Francisco, en ninguno de los Documentos que la Iglesia habla del respeto a la Santa Misa, nos expresa que debe ser tratado el Altar como una dignidad menor a la que se merece el Señor. Triste es, estos actos que usted ha hecho, no en acercar a los que abiertamente nos agreden en la Fe, en la moral y en lo sano. Pues cierto es que no son los sanos los que necesitan médico, cuanto más excelso es el Señor, Jesucristo Buen Pastor, el médico por excelencia de las almas lastimadas y marginadas. Más esa no es la mejor manera de hacer llegar en absoluto en autentico mensaje de Amor y Misericordia del Padre.

           

Cierto es que la preferencia sexual no es un motivo para estar lejos del Señor y de todo aquello que nos enseña el Evangelio, más sin embargo, Cristo abraza al Pecador, no al pecado. Y esa es la misma actitud que debe tener Hermano mío. La Sagrada Escritura, nos enseña eso y nos enseña que aquel que sea Adúltero, fornicador, homosexual (que no guarde el respeto a su cuerpo) no heredara el Reino, y nos lo enseña el Apóstol Pablo, no como un rigorismo farisaico, sino como un acto de reprensión caritativa y preocupada de la Salvación de las Almas.

            Abiertamente se lo digo como hijo de la Iglesia, pero también desde la vivencia de la condición en atracción hacia el mismo sexo. No más sacrilegios al Sacrificio de la Misa, basta ya de abusos hacia la Liturgia. La Iglesia a los homosexuales jamás nos ha excluido, jamás nos ha hecho menos, y prueba de ello es el Catecismo de la Iglesia Católica y aquello que enseñaba el Papa Benedicto XVI: “La Iglesia Católica debe acoger con respeto, compasión y delicadeza a todas las personas homosexuales pero exigiéndoles también que vivan la castidad”.

            La manta, que ha colocado sobre el Altar, bajo la leyenda “Orgullo LGTB”, aunado a la bandera multicolor, no es algo propio de la Celebración de Cristo. Sinceramente, no tienen lugar ni mucho menos humildad sus palabras expresas al decir: “muchas personas desataron una discusión llena de ofensas, calumnias, incomprensión y xenofobia”, cuando de parte de los Católicos, no hubo ofensa alguna, sino recordar lo que nos enseña la Palabra de Dios, el Magisterio de la Iglesia, sobre la Liturgia, más sin embargo, por parte de personas tanto heterosexuales como homosexuales, si fueron los que insultaron y faltaron al respeto.

            Y poco fue de ayuda lo que usted comento, cuando la actitud que debió guardar debió haber sido de humildad y reconocimiento de su error y falta de respeto.

            Sinceramente, es triste y decepcionante que un hijo del Seráfico Padre San Francisco de Asís tome esa postura, y realmente una deshonra. Más pareciera esa actitud de uno de los enemigos tantos que la Iglesia siempre ha tenido, no desde fuera, pues como enseña San Pio X, “Más peligrosos son los enemigos que yacen en el seno de la Iglesia, pues los externos se conoce su proceder, más quienes están dentro, son peor aún, cuanto es poco y escondido su proceder”.

            Sin embargo, puedo decirle que cuenta con mis oraciones por su conversión, y por el regreso a la ortodoxia de la Iglesia, pues su actitud Padre, más confunde que ayuda a la Iglesia. Solo recuerde, que todo aquello que se haga como Sacerdote  durante la Santa Misa, es lo primero que juzgara el Señor, y de lo poco que perdonara el Creador de cómo se trate de su Divino Hijo en la Eucaristía.

            Dios lo bendiga, y en caridad, recapacite.


Mauricio Parra Solís
Esclavo del Inmaculado Corazón de María


C.C.P. Excmo. Sr. D. Gerardo de Jesús Rojas, Obispo de Tabasco.


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