domingo, 2 de noviembre de 2014

Indulgencias para el Día de los Fieles Difuntos



Del "Enchiridion Indulgentiarum" de S. S. Paulo VI
Conmemoraciòn de los Fieles Difuntos

Visitas a Iglesia u Oratorio

Se concede Indulgencia Plenaria, aplicable sólo a las Almas del Purgatorio, a los Fieles Cristianos que, el día que se Celebra la Conmemoración de los Fieles Difuntos, visiten piadosamente una Iglesia u Oratorio.

Dicha Indulgencia podrá ganarse o en el día antes indicado, o con el consentimiento del Ordinario (El Obispo Diocesano), el domingo anterior o posterior, o en la Solemnidad de Todos los Santos.

En esta Piadosa visita, se debe rezar un Padrenuestro y el Credo.

Visitas al Cementerio (1 - 8 de Noviembre)

Se concede Indulgencia Plenaria, aplicable sólo a las Almas del Purgatorio, a los Fieles Cristianos que visiten Piadosamente un Cementerio (aunque sea mentalmente) y que oren por los Difuntos.

Para ganar una Indulgencia Plenaria, además de querer evitar cualquier pecado mortal y venial, hace falta cumplir tres condiciones:

+ Confesión Sacramental
+ Comunión Eucaristíca
+ Oración por las Intenciones del Santo Padre

Las tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de rezar o hacer la obra que incorpora la Indulgencia, pero es conveniente que la Comunión y la Oración por las Intenciones del Papa se realicen el mismo día rezando a su intención, un sólo Padrenuestro y un Ave María, pero se concede a cada Fiel la facultad de orar con cualquier fórmula, segun su piedad y devoción.

La Indulgencia Plenaria únicamente puede ganarse una vez al día, pero el Fiel Cristiano puede alcanzar Indulgencia Plenaria in articulo mortis, aunque el mismo día haya ganado otra Indulgencia Plenaria.

sábado, 25 de octubre de 2014

Año de San Jose

Año Diocesano
Dedicado a Nuestro Padre San José


Llenos de alegría en el Señor, 
para Gloria de Dios y exaltación de la
Santa Iglesia Católica.

El 16 de Octubre de este año 2014,
Comenzamos en esta Diócesis Peregrina de Mexicali
el Año de San José,
en preparación al Año Jubilar Diocesano
por los 50 Años de la Erección Diocesana
por Mandato del Beato Papa Pablo VI.

Pedimos la Intercesión del Santo Patriarca
por las Vocaciones Sacerdotales y Consagradas.
Por las Familias, la juventud y la adolescencia,
por nuestros Gobernantes..

Para que su Intercesión por esta Iglesia Particular,
nos ayude a caminar como un solo Rebaño, bajo la Guia del 
Unico Pastor, N. S. Jesucristo,
Bajo el cayado de Nuestro Obispo José Isidro, 
y en Union de Fe y Caridad con el Santo Padre, el Papa Francisco.

SAN JOSÉ, PATRONO DE LA IGLESIA UNIVERSAL...
RUEGA POR NOSOTROS.

(Procesión de Entrada para la Misa de Inauguración
Imagen Peregrina de San José que visitara este Año las Parroquias de la Diocesis)


martes, 30 de septiembre de 2014

Devociones hacia el Sacerdote: Besamanos

¿CÓMO DEBEMOS BESAR A LOS SACERDOTES Y 

RELIGIOSOS?



El beso ha sido desde antiguo un signo exterior de afecto y respeto, si bien el sentido común y el decoro cristiano nos obligan a darlo de unas maneras muy distintas según con quien tratemos.

En el caso de LOS SACERDOTES: se ha de besar el dorso de su mano derecha, ya que aunque ambas manos han sido ungidas el día de la ordenación sacerdotal, es con esta mano con la que imparte las bendiciones. El beso u ósculo, ha de hacerse de manera natural, apenas rozando los labios y con una leve inclinación.

NO ES CORRECTO llevar la mano del sacerdote o religioso hacia nosotros, ni hacer grandes reverencias.

Por parte del consagrado que recibe el beso, NO ES CORRECTO REHUIR EL BESO, por cuanto no se le dedica a él, sino que es un acto de amor a Dios.


Con LOS RELIGIOSOS y MONJAS: costumbre piadosa es besar la mano, la cruz del hábito, el rosario o el escapulario.

En NINGÚN CASO es conveniente ni prudente, besar a un sacerdote o religioso en la cara, a menos que se sea familiar directo y siempre cuidando de hacerlo en el ámbito privado.

El beso en la mano del sacerdote es SEÑAL DE PIEDAD, de amor a Dios, NO DE VENERACIÓN sino de respeto filial por cuanto es padre espiritual, pastor de almas, cuyas benditas manos tocan a Dios mismo en la Santa Misa.

HA DE SER EVITADO EL BESO EN LA CARA por cuanto el sacerdote o religioso no es un hombre del mundo, sino alguien consagrado, apartado de las cuestiones terrenales y propiedad absoluta de Dios, por lo que debemos tratarlo como persona sagrada, evitando un trato excesivamente familiar.

Que bello seria ver nuevamente estas formas tan antiguas y tan bellas en la piedad de la Iglesia!!!!



domingo, 3 de agosto de 2014

Reflexión Dominical


XVIII Domingo del Tiempo Ordinario
03 - Agosto - 2014

Alabado sea Jesucristo

Este Domingo nos invita a la confianza, pero tambien nos invita a hechar una mirada hacia dentro de nosotros mismos y preguntarnos como he buscado la manera de llevar a otros el Reino de Dios! El Profeta Isaias nos presenta el Reino como un Gran Banquete que se abre a todos los Hombres, y en modo especial a los mas necesitados. La Madre Teresa de Calcuta los llamaba "los mas pobres de entre los pobres", aquellos que el mundo mas denigra y deja de lado, los "poca cosa", pero que en realidad, son los mas valiosos que tiene el mundo. Tambien de un modo muy particular, San Pablo nos deja bien en claro que a pesar de todo lo que nos acontesca en nuestra vida, nada es capaz de hacer que Dios venga a nosotros, ni la circunstancia mas adversa que nos presenten lo puede hacer, pero si ay algo que puede hace que nos apartemos de ese maravilloso Amor que Dios nos tiene, y ese algo, somos nosotros mismos, que en nuestra libertad, nos vamos alejando cada vez mas de El y de su Amor. Y muchas veces le hechamos la culpa a Dios de lo que llega a pasar en nuestras vidas, cuando en realidad muchas veces pese a las circunstancias, somos nosotros quienes caemos en nuestros mismas trampas, lo que es lo mismo, nuestros errores. Y para no querer aceptar nuestra realidad y nuestra culpa, vienen a nuestra mente una serie de cosas y pensamientos por demas disparatados, unos dicen que el "karma", otros que fue castigo divino, etc., los unicos que nos castigamos somos nosotros mismos. Malgastamos nuestra libertad a nuestro antojo, y al alcanzarnos las consecuencias somos los primeros en huir y sacarles la vuelta, pero no en afrontarlos como es debido, sabiendo que no estamos solos, que pese aun las caidas, Cristo esta siempre con nosotros, siempre atento, siempre dispuesto a tendernos la mano. A pesar de esto, de que nosotros nos apartamos de Dios, a Dios, nada puede apartarlo de nosotros, siempre permanece ahi, en silencio, fiel, paciente y prudente, esperando a que nosotros retomemos el camino seguro, el no abandona, no suelta nuestras debiles manos, al contrario, siempre las sostiene y las aprieta contra su Corazón.

Por otra parte, el Evangelio nos presenta un relato Eucaristico, pero que no nada mas puede centrarse en el Misterio de la Santisima Eucaristia, Pan por excelencia para los pobres, sí, para los pobres de espiritu que buscan saciarse, para los limpios de corazón que buscan con ansias encontrarse cada dia mas con Dios, con sus hermanos. Nos presenta Jesús en sus palabras, ese "Dadles Vosotros de comer". No solamente se refiere al alimento material, sino que va aun mas alla, va a presentarnos una dinamica de interes en el projimo, de ir y salir, como nos dice el Papa Francisco: "Salir a las periferias", pero no un ir a las periferias y solamente gritar que la persona tiene dignidad, que la persona es amada por Alguien que se ha sacrificado por ella, que cada uno tiene un valor infinito que no del todo se ha sabido descubrir. No es ese salir a las periferias y gritar y hablar. Es un "dadles vosotros de comer" con la presencia, con el testimonio, con la preocupacion, no con la lastima, que eso solo embrutece la acción, nadie es digno de lastima, sino de hacerle saber que es valioso. Darle de comer al hermano, no dar las miserias, ni aquello que nos sobra, estamos invitados a dar de maneras distintas y complementarias entre ellas mismas. Una es, dar de aquello que apenas nos ajusta, si, asi es, si apenas lo tenemos para nosotros y es poco, aun eso poco darlo, no importa si nos quedamos sin ello para nosotros, la otra persona lo necesita mas que nosotros mismos, nosotros, si confiamos en el Amor que Dios nos tiene, El mismo, en su Providencia, nos dará mucho mas. Un servicio, que aunque no demos nada material, nos estamos dando a nosotros mismos, que es mas valioso y mayormente valorado por nuestro hermano, que muchas veces no nos pide materialmente, muchas veces solo necesitan tiempo, una palabra, un gesto para sentirse amados, para sentir que su vida vale la pena, que le interesan a alguien. Ese es "dadles vosotros de comer" que quien nos vea a nosotros vea ese amor y esa caridad que Dios nos tiene. Que no pase un solo dia que acerquemos a otra alma a los brazos de Dios. Porque asi, tambien nosotros mismos estaremos cada dia, un paso mas cerca de El, y un dia, para toda la Eternidad. Asi Sea.

Ave María Purisima...

 M. P. Solís

domingo, 8 de junio de 2014

Abusos Liturgicos durante el Padre Nuestro



¿Por qué NO debemos LEVANTAR o cogernos LAS MANOS 
al rezar el PADRE NUESTRO en la Misa?

Esto es una práctica no litúrgica, que si bien no está prohibida expresamente en el Misal, no corresponde a la Liturgia, ya que está reglamentado que el rezo del "Pater Noster" (Padre Nuestro), sea hecho por todos los presentes en la Misa, incluido el sacerdote oficiante, y SOLO EL SACERDOTE debe elevar las manos al momento de esta oración. Los fieles NO DEBEN copiar este tipo de gestos. Lo mismo vale para el credo, siendo la excepción de que nadie debe levantar las manos, ya que es una profesión de fe.

Esto es un abuso litúrgico.

LOS ACTOS LITÚRGICOS:

Son actos litúrgicos aquellos que expresan la sacramentalidad de la Iglesia. Los actos litúrgicos tienen que tener sus libros oficiales y ritos propios, aprobados por la Santa Sede y tienen que ser presididos por los ministros autorizados para ello.

En la Misa cada gesto es coreografiado por la Iglesia y sus rúbricas. O sea que por eso tenemos partes particulares de la Misa en las que nos arrodillamos, partes en las que nos levantamos, partes en las que nos sentamos, y no hay mención en las rúbricas de una parte en que nos cogemos de la mano al rezar el Padrenuestro.

No hay nada en las Instrucciones Generales del Misal Romano que diga que ésta sea una opción viable (cogerse de las manos).






domingo, 18 de mayo de 2014

Por María a la Trinidad


Bienaventurada eres Virgen María, porque en tu Suprema Humildad mereciste alcanzar el gozo en Presencia del Altísimo, pues tu fuiste el reflejo de la Celestial Jerusalen, de la cual nos habría de Venir la Salvación, Eres la Puerta del Cielo, Eres la Mediadora de Todas las gracias, Corredentora y Reina.

Bienaventurada te han de llamar todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho Obras grandes en tu favor. No eres la protagonista, ni la que nos ha de salvar, y sin embargo tan especial es tu trono que haz sido elevada por encima de todo lo creado y aunque sometida enteramente a la Santísima Trinidad, no dejas de arrebatar de Ella todo cuanto le pides, porque por tus méritos nada es negado.

Oh pedestal de la Gracia, oh Aurora del Nuevo Día, que resplandeces como llama inapagable, Hostia de alabanza del Dios Eterno. Camino seguro y recto de ejemplo, siempre atenta y dispuesta, Misionera de la Palabra, Evangelizadora en el Silencio, opacas tu figura para que el Dios Trino y Uno brille con esplendor e ilumine las tinieblas.

Purisima tenias que ser, para enseñarnos la pureza, valiente y decidida, para enseñarnos a aceptar la Voluntad Divina sin mirar atrás y confiada en la Promesa para no dudar de las grandes maravillas que te destinaban a ver. Prestáme Madre esa pureza para dar un buen lugar al Verbo Encarnado, concedeme Madre tu valentía para no dejarme llevar por afanes innecesarios de esta vida, sino para desear con pasión los tesoros celestiales, y tu decisión para afrontar las contrariedades y sufrir con santa paciencia lo que venga junto a la cruz. Dame una confianza firme para no dudar que soy amado y caminar a ciegas sin esperar mas recompensa que la Promesa de verte un día y de tu mano llegar al Trono del Rey en las Moradas Eternas.

M.P. Solís


jueves, 8 de mayo de 2014

Comunicado



Mexicali, B. C. 08 de Mayo de 2014
Año de María.

Amigos Lectores:

Por este medio los saludo a todos, pidiendo al Corazón de Jesús bendiga sus proyectos, especialmente en este mes dedicado a Honra y Alabanza de su Santísima Madre, la Siempre Virgen María.

Les quiero pedir una disculpa por este tiempo en que he abandonado el Blog, que sin duda alguna retomare a la mayor brevedad para seguir difundiendo la Verdadera y Sana Doctrina de nuestra Santa Madre Iglesia.

El motivo de mi ausencia estos meses, es por falta de tiempo, pues se me complico un poco entre mis estudios, Apostolado en la Parroquia y mis actividades laborales. Pero no me olvido, en el poco tiempo que me queda estoy trabajando para seguir manteniendo viva la llama de la Fe.

Les pido me tengan paciencia que serán recompensados. Mientras tanto, pido encarecidamente sus oraciones y cuenten de antemano con las mías.

Servidor en Jesús y María.

Mauricio Parra Solís
Administrador



martes, 4 de marzo de 2014

Mensaje del Santo Padre Francisco con Ocasión de la Cuaresma 2014




Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)


Queridos hermanos y hermanas:

Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?

La gracia de Cristo

Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).

¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss). Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros. La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su “yugo llevadero”, nos invita a enriquecernos con esta “rica pobreza” y “pobre riqueza” suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).

Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.


Nuestro testimonio

Podríamos pensar que este “camino” de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.

A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual. La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad. En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.

No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.

El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.

Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.

Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde.

Vaticano, 26 de diciembre de 2013
Fiesta de San Esteban, diácono y protomártir






domingo, 2 de marzo de 2014

Intenciones de Nuestro Beatisímo Padre



Oremos por las Intenciones de Nuestro Santísimo Padre,
Papa Francisco I
Para este mes de Marzo


Universal
Para que todas las culturas respeten los derechos y la dignidad de la mujer.

Por la Evangelización
Para que numerosos jóvenes acojan la invitación del Señor
a Consagrar sus vidas al anuncio del Evangelio.




jueves, 27 de febrero de 2014

Gracias Benedicto XVI


Queridisimos Hermanos, os doy las gracias de todo corazón
por todo el amor y el trabajo con que habeís llevado junto a mí
el peso de mi Ministerio, y pido perdón por todos mis defectos.
Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo.

Por lo que a mí respecta, también en el futuro,
quisiera servir de todo corazón, a la Santa Iglesia de Dios
con una vida dedicada a la Plegaria.

Benedictus PP XVI

Se cumple un año de que se hizo efectiva la Renuncia de Nuestro Santísimo Padre Benedicto XVI al Sumo Pontificado. Tras 8 venerables y luminosos años de Pontificado, en los que supo guiar sabiamente a la Santa Iglesia, por aguas turbulentas.

Padre y Maestro de la Verdad, asi lo afirmaria años antes en su Escudo Episcopal al tomar el lema: "Cooperatores Veritatis". Así fue su Ministerio, un Cooperador empedernido de la Verdad, de la Esperanza, de la Humildad. Así nos lo demostro hasta el ultimo momento. Y ahora en su vida oculta como la infancia de Jesús, escondido en Dios para bien y salvación de la Iglesia.

Su legado en sus Enciclicas, en sus Discursos, en sus Homilías, merecen sin duda un exaustivo estudio, su legado al Servicio de la Divina Liturgia, procurando siempre lo mejor para el Culto al Señor. Reformador de la Iglesia en tiempos de tormenta, y sin duda supo mantener la Barca inamovible.

Gracias Santo Padre Benedicto por su Amor a la Iglesia, por su Amor a Dios. Por todo el bien que hizo.

En lo personal, mi Veneración y Gratitud.

GRACIAS SANTO PADRE BENEDICTO XVI


Mauricio Parra Solís
Administrador




martes, 25 de febrero de 2014

Santo Toribio Romo


Nació en Jalostotitlán el 16 de abril de 1900. A los 13 años inició sus estudios en el seminario auxiliar de San Juan de Lagos, y en 1920 ingresó al seminario de Guadalajara. Se dedicó de lleno a los estudios y se inscribió en la Acción Católica en la que se distinguió por su actividad en obras católico-sociales. Fue ordenado sacerdote en 1922.

Su primer destino fue Sayula, después Tuxpan, Yahualica, Cuquío y Tequila. Se dedicaba especialmente al catecismo y a preparar primeras comuniones colectivas, también se dedicó al apostolado con obreros. Propagó la devoción eucarística por medio de la "cruzada eucarística".

La persecución le obligó a vivir una vida de nómada junto con su párroco Justino Orona. Fundó su centro de actividades en una fábrica abandonada a mitad de una hermosa barranca, y acudía por la noche a la ciudad de Tequila.

MARTIRIO



El padre Toribio había ofrecido su sangre por la paz de la Iglesia y pronto el Señor aceptó el ofrecimiento. El Miércoles de Ceniza, 22 de febrero, el padre Toribio pidió al padre Román (su hermano) que le oyera en confesión sacramental y le diera una larga bendición; antes de irse le entregó una carta con el encargo de que no la abriera sin orden expresa. También pasó jueves y viernes arreglando los asuntos parroquiales para dejar todo al corriente. A las 4 de la mañana del sábado 25 acabó de escribir, se recostó en su pobre cama de otates y se quedó dormido. 

De pronto una tropa compuesta por soldados federales y agraristas, avisados por un delator, sitió el lugar, brincaron las bardas y tomaron las habitaciones del señor León Aguirre, encargado de la finca y unagrarista grita: "¡Este es el cura, mátenlo!" Al grito despertaron el padre y su hermana y él contestó asustado: "Sí soy... pero no me maten"... No le dejaron decir más y dispararon contra él; con pasos vacilantes y chorreando sangre se dirigió hacia la puerta de la habitación, pero una nueva descarga lo derribó. Su hermana María lo tomó en sus brazos y le gritó al oído: "Valor, padre Toribio... ¡Jesús misericordioso, recíbelo! y ¡Viva Cristo Rey!" El padre Toribio le dirigió una mirada con sus ojos claros y murió. 

Estando muerto ya su hermano, la amarraron espalda con espalda con el cadáver, en tanto armaban una camilla de ramajes para transportar el cuerpo del Padre Toribio. 

Los verdugos lo despojaron de sus vestiduras y saquearon la casa para después llevarse presa a su hermana María a pie hasta el poblado de “La Quemada”, sin permitirle que sepultara a su hermano, pero antes habían pasado frente a la presidencia municipal con el cadáver del Mártir Toribio sobre la camilla improvisada con palos que transportaban unos vecinos, pero ahí, los soldados que, además, iban silbando y cantando obscenidades al tiempo que los demás rezaban. 

María, ya liberada de su breve aprisionamiento, descalza, así como estaba, viajó a pie hasta Guadalajara, a casa de sus padres, para aislarse del odio, cobijarse en el amor paterno y llorar con los suyos la pérdida de su «querido niño». 

La familia Plascencia consiguió permiso de velarlo en su casa y al día siguiente, domingo 26 de febrero, con mucha gente que rezaba y lloraba, lo sepultaron en el panteón municipal. 

Pasados algunos días su hermano el Padre Román, obediente, abrió la carta en Guadalajara, encontrándose con que era el testamento del Padre Toribio y leyó su contenido: "Padre Román, te encargo mucho a nuestros ancianitos padres, haz cuanto puedas por evitarles sufrimientos. También te encargo a nuestra hermana Quica que ha sido para nosotros una verdadera madre... a todos, a todos te los encargo. Aplica dos misas que debo por las Almas del Purgatorio, y pagas tres pesos cincuenta centavos que le quedé debiendo al señor cura de Yahualica..." 

Fue beatificado el 22 de noviembre de 1992 y canonizado por el Papa Juan Pablo II el 21 de mayo del 2000.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Principales Ataques del Demonio


Las Cinco Áreas que en la Vida del Hombre suele ATACAR SATANÁS –> Reveladas por el Padre y Sacerdote Exorcista del Vaticano GABRIELLE AMORTH, según sus experiencias directas en el combate contra el enemigo y plasmadas en su libro “Habla un Exorcista” 

1- EN LA SALUD. El Maligno tiene el poder de causar males físicos y psíquicos. Ya he mencionado los dos males más comunes, de la cabeza y del estómago. En general estos males son males estables. Otros males son pasajeros. Se trata de inflamaciones, heridas, moretones…El Ritual sugiere hacer sobre ellos el signo de la cruz y rociarlos con agua bendita. Muchas veces he visto la eficacia del sólo hecho de imponerles encima la estola y apretar la mano. Varias veces me ha sucedido el caso de mujeres que han venido a verme afligidas porque estaban a punto de ser operadas de tumores en los ovarios; así se deducía de los dolores y de la ecografía. Después de la bendición cesaban los dolores y en una nueva ecografía ya no aparecían los tumores. El P. Cándido ha vivido una rica casuística de graves males desaparecidos con sus bendiciones; incluso tumores cerebrales de los que los médicos estaban seguros. Naturalmente, estas cosas pueden sucederles solamente a aquellas personas que tienen negatividades y sobre quienes existen sospechas de que el mal depende del maligno.



2- EN LOS AFECTOS. El maligno puede producir nerviosismos insuprimibles, especialmente hacia las personas por quienes se es más amado. Así rompe matrimonios, trunca noviazgos; suscita litigios con vergüenza y escándalos en familias en donde en realidad todos se llevan bien; y siempre por motivos fútiles. Trunca amistades; produce en la persona afectada la impresión de no ser querida en ningún lugar, de estar cansada, de que debe aislarse de todos. Incomprensión, no amor, vacío afectivo total, imposibilidad de casarse. Esto también es muy común: cada vez que se comienza una relación de amistad que podría desembocar en amor, o inclusive ya hecha una declaración abierta, de repente todo se esfuma sin motivo.

3- EN LOS NEGOCIOS. Imposibilidad de encontrar trabajo, inclusive estando con la casi certeza de un empleo; los motivos no se pueden encontrar o son absurdos. O también personas que encuentran el trabajo pero luego, por motivos fútiles lo dejan; difícilmente encuentran otro trabajo, y luego, o no se presentan, o también lo dejan, con una ligereza que a los familiares les parece inconsciencia o anormalidad. He visto familias muy solventes que han caído en la más profunda miseria por motivos humanamente inexplicables. A veces han sido grandes industriales a quienes de repente, por motivos extraños todo se les ha comenzado a derrumbar; otras veces grandes empresarios han comenzado repentinamente a cometer errores enormes, hasta llevarlos a quedarse con un montón de deudas; otras veces comerciantes que tenían negocios muy prósperos, de pronto han comenzado a ver que nadie entraba en sus locales. 


4- EN EL GUSTO DE VIVIR. Es lógico que los males físicos, el aislamiento afectivo, la quiebra económica lleven a un pesimismo por el cual la vida es vista solamente en lo negativo. Llega una especie de incapacidad para el optimismo o al menos para la esperanza; la vida toda aparece negra, sin posibilidad de salidas, insoportable.

5- EN EL DESEO DE MORIR. Es el punto final que se ha prefijado el maligno: hacer llegar a la desesperación y al suicidio. Y debo decir de una vez que cuando se pone bajo la protección de la Iglesia, así sea con una sola bendición, este quinto punto queda excluido.

Muchos cuando yo exponía estos cinco puntos, los tenían todos, aunque con diverso grado de gravedad. Debo repetir que estos males pueden ser consecuencia de una presencia maléfica, pero pueden tener otras causas: no son suficientes ellos solos para concluir que una persona está poseída o infestada por el maligno.


martes, 11 de febrero de 2014

Un Año sin Benedicto XVI


Hace un año, no podíamos comprender el porque de la renuncia del Papa Benedicto XVI fue un duro golpe para muchos de nosotros, pero a la ves, fue ejemplo de humildad al reconocer sus limitaciones.

El Pontificado de Benedicto XVI fue un pontificado muy rico, cosa que muchos cristianos no valoraron. Criticado desde su elección al Trono de San Pedro, supo llevar a la Iglesia por un camino trazado en la "RAZÓN" Benedicto XVI puso el dedo en la llaga, y afronto con valentía la responsabilidad de guiar la barca de Pedro por momentos difíciles.

Benedicto fue un Papa no para ver, fue un Papa para escuchar, el no acaparo los grandes medios ni se dio tanta difusión a su imagen ¿porque? simple... Benedicto XVI es "HUMILDE" la verdadera humildad es la que no se pregona, la verdadera humildad es la que se vive desde dentro, sin necesidad de darla a conocer a gritos "LA HUMILDAD ES LA ÚLTIMA CIMA EN LA ESCALADA DE LA SABIDURÍA"

Quien conoce su forma de pensar sabia bien que el tenia que terminar lucido el mismo reconoció sus limitaciones cuando dio a conocer su dimisión.

Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a cambios tan rápidos y sacudido por cuestiones de profunda relevancia para la vida de la fe, de cara a gobernar la barca de San Pedro y difundir el Evangelio, son necesarias tanto la fortaleza de mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado hasta tal punto en mi que he tenido que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que se me confió. (Feb 11 2013)

Como ya dije una ves Benedicto es el "SAN JOSE" de nuestros tiempos, así como este gran santo, Benedicto se refugia en el silencio de Dios. 

¡¡¡LARGA VIDA A BENEDICTO MAGNO !!!

Alberto Avalos
Zacatecas, Zac.

sábado, 1 de febrero de 2014

Intenciones de Nuestro Beatisimo Padre


Oremos por las Intenciones de Nuestro Santísimo Padre, 
Papa Francisco I
Para este mes de Febrero

UNIVERSAL

Por las personas mayores, para que la sabiduría y la experiencia de las personas mayores sean reconocidas en la Iglesia y en la sociedad.

POR LA EVANGELIZACIÓN

Por la colaboración en la Misión. Para que sacerdotes, religiosos y laicos colaboren generosamente en la Misión de Evangelización. 



Oremos de modo especial por Nuestro Santísimo Padre
Papa Benedicto XVI
al Cumplirse este mes, el Primer Aniversario de su
Renuncia al Sumo Pontificado.
Para que le conceda el Corazón de Jesús, vida y salud para
el bien de la Santa Iglesia, y que desde su Retiro,
con su Oración y Ejemplo siga iluminandonos.


viernes, 17 de enero de 2014

San Gabriel de la Dolorosa, C.P.


Nació en Asís (Italia) en 1838. Su nombre en el mundo era Francisco Possenti. Era el décimo entre 13 hermanos. Su padre trabajaba como juez de la ciudad.

A los 4 años quedó huérfano de madre. El papá, que era un excelente católico, se preocupó por darle una educación esmerada, mediante la cual logró ir dominando su carácter fuerte que era muy propenso a estallar en arranques de ira y de mal genio.

Tuvo la suerte de educarse con dos comunidades de excelentes educadores: los Hermanos Cristianos y los Padres Jesuitas; y las enseñanzas recibidas en el colegio le ayudaron mucho para resistir los ataques de sus pasiones y de la mundanalidad.

El joven era sumamente esmerado en vestirse a la última moda. Y sus facciones elegantes y su fino trato, a la vez que su rebosante alegría y la gran agilidad para bailar , lo hacían el preferido de las muchachas en las fiestas. Su lectura favorita eran las novelas, pero le sucedía como en otro tiempo a San Ignacio, que al leer novelas, en el momento sentía emoción y agrado, pero después le quedaba en el alma una profunda tristeza y un mortal hastío y abatimiento. Sus amigos lo llamaban "el enamoradizo". Pero los amores mundanos eran como un puñal forrado con miel". Dulces por fuera y dolorosos en el alma.


En una de las 40 cartas que de él se conservan, le escribe a un antiguo amigo, cuando ya se ha entrado de religioso: "Mi buen colega; si quieres mantener tu alma libre de pecado y sin la esclavitud de las pasiones y de las malas costumbres tienes que huir siempre de la lectura de novelas y del asistir a teatros donde se dan representaciones mundanas. Mucho cuidado con las reuniones donde hay licor y con las fiestas donde hay sensualidad y huye siempre de toda lectura que pueda hacer daño a tu alma. Yo creo que si yo hubiera permanecido en el mundo no habría conseguido la salvación de mi alma. ¿Dirás que me divertí bastante? Pues de todo ello no me queda sino amargura, remordimiento y temor y hastío. Perdóname si te di algún mal ejemplo y pídele a Dios que me perdone también a mí".

Al terminar su bachillerato, y cuando ya iba a empezar sus estudios universitarios, Dios lo llamó a la conversión por medio de una grave enfermedad. Lleno de susto prometió que si se curaba de aquel mal, se iría de religioso. Pero apenas estuvo bien de salud, olvidó su promesa y siguió gozando del mundo.


Un año después enferma mucho más gravemente. Una laringitis que trata de ahogarlo y que casi lo lleva al sepulcro. Lleno de fe invoca la intercesión de un santo jesuita martirizado en las misiones y promete irse de religioso, y al colocarse una reliquia de aquel mártir sobre su pecho, se queda dormido y cuando despierta está curado milagrosamente. Pero apenas se repone de su enfermedad empieza otras vez el atractivo de las fiestas y de los enamoramientos, y olvida su promesa. Es verdad que pide ser admitido como jesuita y es aceptado, pero él cree que para su vida de hombre tan mundano lo que está necesitando es una comunidad rigurosa, y deja para más tarde el entrar a una congregación de religiosos.

Estalla la peste del cólera en Italia. Miles y miles de personas van muriendo día por día. Y el día menos pensado muere la hermana que él más quiere. Considera que esto es un llamado muy serio de Dios para que se vaya de religioso. Habla con su padre, pero a éste le parece que un joven tan amigo de las fiestas mundanas se va a aburrir demasiado en un convento y que la vocación no le va a durar quizá ni siquiera unos meses.

Pero un día asiste a una procesión con la imagen de la Virgen Santísima. Nuestro joven siempre le ha tenido una gran devoción a la Madre de Dios (y probablemente esta devoción fue la que logró librarlo de las trampas del mundo) y en plena procesión levanta sus ojos hacia la imagen de la Virgen y ve que Ella lo mira fijamente con una mirada que jamás había sentido en su vida. Ante esto ya no puede resistir más. Se va a donde su padre a rogarle que lo deje irse de religioso. El buen hombre le pide el parecer al confesor de su hijo, y recibida la aprobación de este santo sacerdote, le concede el permiso de entrar a una comunidad bien rígida y rigurosa, los Padres Pasionistas.


San Gabriel de la Dolorosa Al entrar de religioso se cambia el nombre y en adelante se llamará Gabriel de la Dolorosa. Gabriel, que significa: el que lleva mensajes de Dios. Y de la Dolorosa, porque su devoción mariana más querida consiste en recordar los siete dolores o penas que sufrió la Virgen María. Desde entonces será un hombre totalmente transformado.

Gabriel había gozado siempre de muchas comodidades en la vida y le había dado gusto a sus sentidos y ahora entra a una comunidad donde se ayuna y donde la alimentación es tosca y nada variada. Los primeros meses sufre un verdadero martirio con este cambio tan brusco, pero nadie le oye jamás una queja, ni lo ve triste o disgustado.

Gabriel lo que hacía, lo hacía con toda el alma. En el mundo se había dedicado con todas sus fuerzas a las fiestas mundanas, pero ahora, entrado de religioso, se dedicó con todas las fuerzas de su personalidad a cumplir exactamente los Reglamentos de su Comunidad. Los religiosos se quedaban admirados de su gran amabilidad, de la exactitud total con la que cumplía todo lo que se le mandaba, y del fervor impresionante con el que cumplía sus prácticas de piedad.

Su vida religiosa fue breve. Apenas unos seis años. Pero en él se cumple lo que dice el Libro de la Sabiduría: "Terminó sus días en breve tiempo, pero ganó tanto premio como si hubiera vivido muchos años".

Su naturaleza protestaba porque la vida religiosa era austera y rígida, pero nadie se daba cuenta en lo exterior de las repugnancias casi invencibles que su cuerpo sentí ante las austeridades y penitencias. Su director espiritual sí lo sabía muy bien.

Al empezar los estudios en el seminario mayor para prepararse al sacerdocio, leyó unas palabras que le sirvieron como de lema para todos sus estudios, y fueron escritas por un sabio de su comunidad, San Vicente María Strambi. Son las siguientes: "Los que se preparan para ser predicadores o catequistas, piensen mientras estudian, que una inmensa cantidad de pobres pecadores les suplica diciendo: por favor: prepárense bien, para que logren llevarnos a nosotros a la eterna salvación". Este consejo tan provechoso lo incitó a dedicarse a los estudios religiosos con todo el entusiasmo de su espíritu.

Cuando ya Gabriel está bastante cerca de llegar al sacerdocio le llega la terrible enfermedad de la tuberculosis. Tiene que recluirse en la enfermería, y allí acepta con toda alegría y gran paciencia lo que Dios ha permitido que le suceda. De vómito de sangre en vómito de sangre, de ahogo en ahogo, vive todo un año repitiendo de vez en cuando lo que Jesús decía en el Huerto de los Olivos: "Padre, si no es posible que pase de mí este cáliz de amargura, que se cumpla en mí tu santa voluntad".


La Comunidad de los Pasionistas tiene como principal devoción el meditar en la Santísima Pasión de Jesús. Y al pensar y repensar en lo que Cristo sufrió en la Agonía del Huerto, y en la Flagelación y coronación de espinas, y en la Subida al Calvario con la cruz a cuestas y en las horas de mortal agonía que el Señor padeció en la Cruz, sentía Gabriel tan grande aprecio por los sufrimientos que nos vuelven muy semejantes a Jesús sufriente, que lo soportaba todo con un valor y una tranquilidad impresionantes.

Pero había otra gran ayuda que lo llenaba de valor y esperanza, y era su fervorosa devoción a la Madre de Dios. Su libro mariano preferido era "Las Glorias de María", escrito por San Alfonso, un libro que consuela mucho a los pecadores y débiles, y que aunque lo leamos diez veces, todas las veces nos parece nuevo e impresionante. La devoción a la Sma. Virgen llevó a Gabriel a grados altísimos de santidad.

La Virgen DolorosaA un religioso le aconsejaba: "No hay que fijar la mirada en rostros hermosos, porque esto enciende mucho las pasiones". A otro le decía: "Lo que más me ayuda a vivir con el alma en paz es pensar en la presencia de Dios, el recordar que los ojos de Dios siempre me están mirando y sus oídos me están oyendo a toda hora y que el Señor pagará todo lo que se hace por él, aunque sea regalar a otro un vaso de agua".

Y el 27 de febrero de 1862, después de recibir los santos sacramentos y de haber pedido perdón a todos por cualquier mal ejemplo que les hubiera podido dar, cruzó sus manos sobre el pecho y quedó como si estuviera plácidamente dormido. Su alma había volado a la eternidad a recibir de Dios el premio de sus buenas obras y de sus sacrificios. Apenas iba a cumplir los 25 años.

Poco después empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y en 1926 el Sumo Pontífice lo declaró santo, y lo nombró Patrono de los Jóvenes laicos que se dedican al apostolado.

San Gabriel de la Dolorosa: pídele a la Sma. Virgen por tantos jóvenes tan llenos de vitalidad y de entusiasmo para que encaucen las enormes fuerzas de su alma, no a dejarlas perderse en goces mundanos, sino a ganarse un gran premio en el cielo dedicándose a salvar su propia alma y la de muchos más.