martes, 24 de diciembre de 2013

Natividad del Señor

Mensaje con Ocasión de la Natividad
de Nuestro Señor Jesucristo

Mexicali, B. C. 25 de Diciembre de 2013
Año Diocesano de la B.S.V. María de Loreto


A los hombres y mujeres de Buena Voluntad en el Señor:

Reciban todos un saludo, deseando y esperando que estas fiestas de la navidad redunde en gracia y paz en su familia.

Cada año ponemos de relieve el acontecimiento central de nuestra Fe, como el amor infinito de Dios por sus hijos, se manifiesta siempre cercano, dócil, inocente y sencillo. No busca el esplendor ni lo magestuoso. Su misma sencillez atrae, deslumbra. De modo particular nos dice a cada uno: "Sé que mi esplendor te asusta, que ante mi grandeza tratas de afianzarte tú mismo. Pues bien, vengo por tanto a ti como niño, para que puedas acogerme y amarme".

Que maravilla podemos meditar en esta frase. Cuantas veces queremos caminar con la cofianza de un hijo para con su padre, y sentimos que caminamos a tientas entre la oscuridad. Vamos vagando en un mundo que parece sumergido cada vez mas en un descontrol social y espiritual, donde el hombre no encuentra su razón de existir, donde el hombre se encuentra con un vacío interno que trata de llenar con el consumismo y el materialismo desmedido. Vemos nuestra realidad y vemos que cada vez vagamos en un sin sentido y un vacío inmenso que no sabemos con que llenar. Tristemente es la realidad que hemos cultivado con nuestras acciones de cada día.

Mas no es un caso perdido, siempre en cualquier situación desesperada, donde se ve imposible llegar a una meta, queda la esperanza de seguir con los pies en el camino, y dar un caminar firme a cada paso. Jamás viendo hacia atrás, no podemos vivir sumergidos en el pasado, anhelando lo que fue, por ello, debemos dar a Dios las gracias siempre, porque nos ha permitido crecer y conocer. Tampoco podemos anhelar el futuro, que aun esta en insertidumbre y no nos corresponde. Que es lo que realmente nos corresponde? Bien lo define Santa Teresita del Niño Jesús: "Solo tengo el día de hoy". Y solo eso podemos poseer, el instante en el que vivimos, el que cada mañana podamos contemplar la luz de un nuevo día, entre tantos que ya han sido privados de ella, porque han sido llamados a la presencia del Señor. Que tenemos salud, entre tantos que estan asociados a la Pasión de Jesús por la enfermedad. Que tenemos un techo que nos cobije, entre tantos que ni eso pueden tener. Somos ricos aun en lo poco que podamos tener, pero hay hermanos aun mas ricos que sin tener nada en absoluto viven teniendolo todo, porque poseen a Aquel que le da sentido a sus vidas, mientras nosotros vagamos en un intento desesperado de encontrarlo, sin saber que siempre esta junto a nosotros. 

Como ciegos, vamos caminando a tientas, nos pasa lo que reclama Dios a lo ídolos: "tienen ojos y no ven, tienen oídos y no escuchan", y nos pasa aquello que recrimina Jesús en el Evangelio: "les han tocado canciones alegres y no han bailado, les han tocado canciones tristes y no han llorado". Vamos como el hijo prodigo en el establo de trabajo, queremos saciarnos y nada logra saciar nuestra hambre ni nuestra sed, porque nos conformamos con las miserias que nos regala el mundo, las miserias de un amor barato y sin compromiso, las miserias del consumismo, con el engaño de que mientras mas tenemos y costoso, mas admirados seremos, las miserias de vivir solo del placer pasajero, tomando a la otra persona como un mero objeto que se desecha cuando no cumple nuestras espectativas. Las miserias de ver en el otro como un escalón sobre el cual pisar para llegar a la meta fijada sea cual sea. Envueltos en esas miserias es donde nos encontramos triste y lamentablemente. Donde la familia es todo menos familia, y a cualquier cosa queremos tomar como modelo de tan sagrada estructura. 

Cada día, debería ser una nueva "navidad", un nuevo nacimiento de Nuestro Señor en medio de nosotros, donde aprendamos a ver lo sencillo con ojos de fe y esperanza, con ojos llenos de amor, con ojos llenos de ciencia, como Dios mismo las ve y nos ve a nosotros. Si eligió hacerse semejante a nosotros, es para demostrarnos que no es alguien lejano a nuestra realidad, que no es alguien olvidado de su obra, sino que es Alguien que camina con nosotros a cada paso, que nos acoge cuando nadie mas lo hace, que confía en nosotros cuando nadie mas es capaz de confiar. Que es un Dios todo amor y misericordia, que es capaz de llenar todo vacío, que es capaz de encender toda frialdad y de santificar todo fervor. Un Dios siempre Uno, siempre Amor, siempre Padre.

Que esta Solemnidad de la Natividad, nos traiga nuevas esperanzas, nos traiga un corazón siempre abierto y dispuesto a la realidad para participar activamente de un cambio de conciencia comunitaria, donde seamos capaces de ser sal y luz en donde quiera que estemos. Es mi deseo para todos aquellos a los que llegue esta sencilla palabra.

En Jesús y María.

Catequista Mauricio Parra Solís
Ecce Ego Quia Vocasti Me




martes, 17 de diciembre de 2013

Oremus Pro Pontifice Nostro



Sabiendonos en el gozo de ser Iglesia
unidos en torno al Vicario de Cristo,
Celebramos el 77 Aniversario de Nacimiento
de Nuestro Santísimo Padre,

Francisco I

y pedimos a Dios, Uno y Trino,
le conserve salud y vida,
le conceda felicidad sobre la tierra
y la victoria sobre sus enemigos.
Y la sabiduría necesaria para guiar
y sanificar a la Santa Iglesia Católica


Oremos
Oh Dios, pastor y guía de todos los fieles, mira propicio a tu siervo Francisco, a quien has querido hacer pastor y jefe de tu Iglesia; haz que con su ejemplo y su palabra aproveche a los que preside, y que en unión con la grey que te has dignado confiarle, consiga la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

lunes, 9 de diciembre de 2013

La Masonería como Instrumento de Satanás


El eminente Pontífice León XIII, velando por la seguridad de la Iglesia Católica y en bien de la salvación eterna de las almas, habló enérgicamente de Satanás y de la masonería en su Encíclica Humanum, del 20 de abril del año 1884: “El humano linaje, después de haberse, por envidia del demonio, miserablemente separado de Dios, creador y dador de los bienes celestiales, quedó dividido en dos bandos diversos y adversos, de los cuales uno combate asiduamente por la verdad y la virtud… es el reino de Dios en la tierra, es decir, la verdadera Iglesia de Jesucristo… el otro es el reino de Satanás, bajo cuyo imperio y potestad se encuentran todos los que, siguiendo los funestos ejemplos de su caudillo…acometen empresas contra Dios… En nuestros días, todos los que favorecen la peor parte parecen conspirar a una y pelear con la mayor vehemencia, siéndoles guía y auxilio la sociedad que llaman de los Masones… audacísimamente se animan contra la majestad de Dios, maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia,” (1). El Papa León XIII ha desenmascarado a un enemigo sumamente peligroso, definitivamente quien está atrás de la masonería es el enemigo de nuestra salvación eterna: Satanás, padre de la mentira y del engaño. “…hemos resuelto declararnos de frente contra la misma sociedad masónica, contra el sistema de su doctrina, sus intentos y manera de sentir y obrar, para más y más poner en claro su fuerza maléfica e impedir así el contagio de tan funeste peste.” (2). El ilustre padre Julio Gheldof, en su obra: El católico ilustrado, claramente define la secta de los Masones: “La secta de los Masones es una sociedad satánica que tiene por objeto el destruir la Iglesia Católica y la moral cristiana o sea el reino de Jesucristo en el mundo, para poner en su lugar el reino del Naturalismo que es el reino de Satanás.” (3). La secta masónica, como su padre Satanás, obra con astucia y con mentiras: “Tenemos que habérnoslas con un enemigo astuto y doloso que, halagando los oídos de pueblos y príncipes, se ha cautivado a unos y otros con blandura de palabras y adulaciones.Al insinuarse con los Príncipes fingiendo amistad, pusieron la mira los masones en lograr en ellos socios y auxiliares poderosos para oprimir la Religión Católica, y para estimularlos más acusaron a la Iglesia con porfiadísima calumnia de contender envidiosa con los Príncipes, sobre la potestad y reales prerrogativas.” (4). Satanás, padre de la mentira se esconde en las tinieblas, en el engaño, en la simulación, por esto Santa Teresa de Jesús le llama: “amigo de mentiras, y la misma mentira” (5). El Papa León XIII indica una táctica de combate: “quede sentado que lo primero que procuréis sea arrancar a los masones su mascara para que sean conocidos tales cuales son;” (6). La secta masónica es un peligro para la salvación eterna de las almas, por esto, la Iglesia castiga con severísimas penas a los católicos que se inscriben en tan perniciosa sociedad que se alza contra la majestad de Dios. Santo oficio: “…cierto es en primer lugar que están castigados con excomunión latae sententiae, la masónica y otras sectas de la misma especie que… maquinan contra la Iglesia o los poderes legítimos, ora lo hagan oculta, ora públicamente…” (7). “De ninguna manera puede permitirse que los masones, en forma oficial, o sea deputados por la secta, se hallen presentes al Santo Sacrificio de la Misa y demás oficios eclesiásticos. También ha de prohibirse que el clero de oídos a las imposiciones o deseos de los masones a fin de que se celebren Misas u oficios eclesiásticos como acordados o pedidos por los masones, o anunciados como tales en invitaciones y periódicos.” (8). Derecho Canónico: “Los que dan su nombre a la secta masónica o a otras asociaciones del mismo género que maquinan contra la Iglesia o contra las potestades civiles legitimas, incurren ipso facto en excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica.” (9). “Están privados de la sepultura eclesiástica, a no ser que antes de la muerte hubieran dado alguna señal de arrepentimiento: Los notorios apóstatas de la fe cristiana, o los notoriamente afiliados a una secta herética o cismática o a la secta masónica u otras sociedades del mismo género.” (10). Pertenecer o colaborar de cualquier modo en la secta masónica, equivale a pertenecer al bando de Satanás. “Pero el que no me ama, no practica mi doctrina.”(11). 

Roberto Morales.



_______________________________
1.- Papa León XIII, Encíclica: Humanum (1), 20 de abril de 1884. 
2.- Encíclica: Humanum (2). 
3.- Padre Julio Gheldof, El católico ilustrado, año 1913, pagina 170. 
4.- Encíclica: Humanum (13). 
5.- Vida de Santa Teresa de Jesús, 25, 21. 
6.- Encíclica: Humanum (16). 
7.- Instrucción del Santo Oficio del 10 de mayo de 1884. 
8.- Instrucción del Santo Oficio del 5 de julio de 1878. 
9.- Código de Derecho Canónico, canon 2335. 
10.- Código de Derecho Canónico, canon 1240. 
11.- Evangelio de San Juan XIV, 23.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Dogma de la Inmaculada Concepción de la B.V. María


La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.

"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." 

Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción.


La Encíclica "Fulgens corona", publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre»

María fue inmune de los movimientos de la concupiscencia. Concupiscencia: los deseos irregulares del apetito sensitivo que se dirigen al mal.

María estuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido. 

El dogma de la Inmaculada Concepción de María no ofusca, sino que más bien pone mejor de relieve los efectos de la gracia redentora de Cristo en la naturaleza humana. Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfectamente santa desde su concepción. Ella desde el principio recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pecado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.



En torno a las ideas de Escoto se suscitó una gran controversia. Después de que el Papa Sixto IV aprobara, en 1477, la misa de la Concepción, esa doctrina fue cada vez más aceptada en las escuelas teológicas. 

El Papa Sixto IV, en 1483, casi 4 siglos antes del dogma, había extendido la fiesta de la Concepción Inmaculada de María a toda la Iglesia de Occidente.

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un llamado para nosotros:
1-Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
2-Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo.

"Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad" Juan Pablo II, 5-XII-2003.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Diez Mandamientos Contra el Diablo


El cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Génova (Italia), imprimió una carta pastoral en la que enumera los “diez mandamientos” para defenderse del Tentador. 

I. No olvides que el Diablo existe, porque su primera mentira es hacernos creer que no existe. 

II. No olvides que el Diablo es un tentador. No te consideres ni exento ni invulnerable. 

III. No olvides que el Diablo es sumamente inteligente y astuto. Logra su insidia siendo fascinante, como lo hizo con el primer hombre. 

IV. Sé vigilante: con los ojos y el corazón. Y sé fuerte: es espíritu y virtud. 

V. Cree firmemente en la victoria de Cristo sobre el Tentador, pues esto te hará seguro e imperturbable incluso ante la agresión más violenta que se desate contra ti. 

VI. Recuerda que Cristo te hace partícipe de su victoria. 

VII. Continúa escuchando la Palabra de Dios. 

VIII. Sé humilde y ama la mortificación. 

IX. Reza siempre, sin cansarte, para que superes la tentación. 

X. Adora al Señor tu Dios y solamente a El ríndele culto.



jueves, 14 de noviembre de 2013

Santidad de la Orden Carmelita


“Los Santos del Carmelo se formaron en una escuela de fuego espiritual, semejante a aquella de Elías. El amor poetiza las íntimas relaciones entre Maria y el Carmelo y hace de la Historia de la Orden un canto de alabanza a nuestro Dios.”

Son una inmensa muchedumbre de hermanos nuestros que consagraron su vida a Dios, abrazando las enseñanzas del Divino Maestro e imitando su vida, y se entregaron al servicio de la Virgen Maria en la oración, la abnegación evangélica y el amor a las almas, sellado a veces con su sangre. Ermitaños del Carmelo, mendicantes de la edad media, doctores y predicadores, misioneros y mártires; monjas que dilataron el pueblo de Dios con la misteriosa fecundidad de su vida contemplativa; religiosas que descubrieron el rostro de Cristo a sus hermanos en el apostolado sanitario y docente, sobre todo en tierras de misión; seglares que en medio del mundo supieron encarnar el espíritu de la Orden. Toda la familia del Carmelo de la patria con Maria, su Madre, a la cabeza constituye nuestro gozo y alabanza al Padre Celestial.

Grandes santos a quienes la Iglesia venera e invoca en su liturgia, y santos humildes que bien pocos conocen o invocan fuera de la Orden, con su vida nos proponen el secreto de la santidad en el trato intimo con Dios que desde el coloquio con él se prolonga en la entrega de cada día como comunión de fe y de amor con la inmaculada Madre de Dios, Patrona del Carmelo, Formadora incomparable de los amigos de Cristo a los que cubre con el habito de la Orden para que interior y exteriormente reflejen sus virtudes.

Todos los santos Carmelitas se han moldeado bajo la figura de la Bienaventurada Virgen Maria, han vivido en intimidad con Ella, de Ella han sido apóstoles. De Ella han aprendido a vivir en Cristo y de su amor, en Ella se han inspirado para entregar su vida a la Iglesia y a las almas, es gran importancia la vida de la Virgen en los Santos Carmelitas.

Que el ejemplo de estos santos, sirva para suscitar nuevas generaciones de santidad, muchos santos que, viviendo en obsequio de Jesucristo fielmente servido con corazón puro y buena conciencia, sepan con Maria entregarse día y noche a la contemplación de la Palabra y al servicio generoso a la humanidad, que ese ejemplo nos contagie un amor inmenso y operante por Cristo, por la Iglesia y por el mundo entero.

La Iglesia es santa y sin defecto: Cristo la ama como esposa y se ha entregado a sí mismo por ella a fin de santificarla; por eso, en la Iglesia todos están llamados a la santidad. La Iglesia anuncia el misterio pascual en los santos que, sufriendo con Cristo, también con él son glorificados, propone a los fieles su ejemplo para que por medio de Cristo todos sean conducidos al Padre, e implora los beneficios de Dios por los méritos de los santos.

Hoy, en una misma fiesta, se recuerda a los santos carmelitas ya canonizados y a todos los justos de la familia del Carmelo de toda lengua, raza y nación, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.

sábado, 26 de octubre de 2013

Fiesta Diocesana



Desde este Blog, nos unimos al gozo de
Nuestra Iglesia Diocesana de Mexicali,
pues en el marco de este Año Mariano, el pasado
25 de Octubre de 2013
Recibimos el Don de 6 nuevos Diáconos Transitorios.
Pedimos al Señor y Dueño de la Mies les conceda
la Santa Perseverancia y la Santidad en su Vocación
como los necesita hoy mas que nunca la
Santa Madre Iglesia y el Pueblo de Dios.



Oración del Siervo de Dios
Mons. Luis María Martínez
por las Vocaciones Sacerdotales

Oh, Jesús, Pastor Eterno de las almas,
dígnate mirar con ojos de Misericordia
a este porción de tu grey amada.
Señor gemimos en la orfandad,
dános vocaciones, danos Sacerdotes Santos.

Te lo pedimos por la Inmaculada
Virgen María de Guadalupe,
tu dulce y Santa Madre.

Oh Jesús, danos Sacerdotes
según tu Corazón.

Amén



sábado, 12 de octubre de 2013

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA


¡Oh Reina del Santísimo Rosario, auxilio de los cristianos, refugio del género humano, vencedora de todas las batallas de Dios! Ante vuestro Trono nos postramos suplicantes, seguros de impetrar misericordia y de alcanzar gracia y oportuno auxilio y defensa en las presentes calamidades, no por nuestros méritos, de los que no presumimos, sino únicamente por la inmensa bondad de vuestro maternal Corazón. En esta hora trágica de la historia humana, a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, nos entregamos y nos consagramos, no sólo en unión con la Santa Iglesia, cuerpo místico de vuestro Hijo Jesús, que sufre y sangra en tantas partes y de tantos modos atribulada, sino también con todo el Mundo dilacerado por atroces discordias, abrasado en un incendio de odio, víctima de sus propias iniquidades. Que os conmuevan tantas ruinas materiales y morales, tantos dolores, tantas angustias de padres y madres, de esposos, de hermanos, de niños inocentes; tantas vidas cortadas en flor, tantos cuerpos despedazados en la horrenda carnicería, tantas almas torturadas y agonizantes, tantas en peligro de perderse eternamente. Vos, oh Madre de misericordia, impetradnos de Dios la paz; y, ante todo, las gracias que pueden convertir en un momento los humanos corazones, las gracias que preparan, concilian y aseguran la paz. Reina de la paz, rogad por nosotros y dad al mundo en guerra la paz por que suspiran los pueblos, la paz en la verdad, en la justicia, en la caridad de Cristo. Dadle la paz de las armas y la paz de las almas, para que en la tranquilidad del orden se dilate el reino de Dios. Conceded vuestra protección a los infieles y a cuantos yacen aún en las sombras de la muerte; concédeles la paz y haced que brille para ellos el sol de la verdad y puedan repetir con nosotros ante el único Salvador del mundo: Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Dad la paz a los pueblos separados por el error o la discordia, especialmente a aquellos que os profesan singular devoción y en los cuales no había casa donde no se hallase honrada vuestra venerada imagen (hoy quizá oculta y retirada para mejores tiempos), y haced que retornen al único redil de Cristo bajo el único verdadero Pastor. Obtened paz y libertad completa para la Iglesia Santa de Dios; contened el diluvio inundante del neopaganismo, fomentad en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, a fin de que aumente en méritos y en número el pueblo de los que sirven a Dios. Finalmente, así como fueron consagrados al Corazón de vuestro Hijo Jesús la Iglesia y todo el género humano, para que, puestas en El todas las esperanzas, fuese para ellos señal y prenda de victoria y de salvación; de igual manera, oh Madre nuestra y Reina del Mundo, también nos consagramos para siempre a Vos, a vuestro Inmaculado Corazón, para que vuestro amor y patrocinio aceleren el triunfo del Reino de Dios, y todas las gentes, pacificadas entre sí y con Dios, os proclamen bienaventurada y entonen con Vos, de un extremo a Otro de la tierra, el eterno Magníficat de gloria, de amor, de reconocimiento al Corazón de Jesús, en sólo el cual pueden hallar la Verdad, la Vida y la Paz.


domingo, 6 de octubre de 2013

Las Consecuencias del Santo Rosario I : Las Promesas

En este mes del Santísimo Rosario, les traigo las Promesas, Bendiciones y Beneficios que Nuestra Señora nos concede.



Las Promesas

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales. 

2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario. 

3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías. 

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio. 

5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecerá. 

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna. 

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos. 

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos. 

9. Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente. 

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo. 

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario. 

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte. 

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo. 

15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.

CONTINUARÁ...

lunes, 16 de septiembre de 2013

Creo en la Iglesia que es Católica


Decimos que la Iglesia es Católica, en el sentido de que la Iglesia es "Universal", es decir, abierta a todos, en todos los tiempos, en todos los lugares. Mas no por ser abierta, significa que ha de tomar todas las doctrinas y todos los puntos de vista que existen, rayando en un sincretismo pernisioso que pone en riesgo no solo su integridad como Madre de Fe, sino que pone en riesgo a todos aquellos que la componen.

Reza maravillosamente una frase de San Ignacio de Antioquía: "Allí donde esta Cristo, esta la Iglesia Católica" (1), en la Iglesia, subsiste la plenitud del Cuerpo de Cristo unido a su Cabeza (2), lo que implica que Ella recibe de El "la plenitud de los medios de Salvacion" (3). Fuera de Cristo, Pastor Universal del  Rebaño de la Iglesia, no puede haber ninguna comunión. Toda comunión esta propuesta de modo y figura que todos sean uno, y mientras no haya unidad, no puede haber ninguna clase de universalidad que sea caracteristica.


El Sagrado Concilio, refleja de manera eminente este aspecto diciendo: "Todos los hombres estan invitados al Pueblo de Dios. Por eso este pueblo, uno y unico, ha de extenderse por todo el mundo a través de todos los siglos, para que así se cumpla el designio de Dios, que en el principio creó una única naturaleza humana y decidió reunir a sus hijos dispersos... Este carácter de universalidad, que distingue al Pueblo de Dios, es un Don del mismo Señor, Gracias a este carácter, la Iglesia Católica tiende siempre y eficazmente a reunir a la humanidad entera en todos sus valores bajo Cristo como Cabeza, en la unidad de su Espíritu" (4).


La Iglesia, como buena Madre, esta siempre a la espera del regreso de sus hijos. A ninguno les niega su regazo, cuanto mas al hijo rebelde. No podemos decir que ninguno de aquellos que apostatas yacen fuera de sus brazos, que de buena voluntad deseen ser acogidos son rechazados, sino todo lo contrario, como el hijo pródigo, son revestidos de Cristo dentro de su Cuerpo. Pues como dice la Escritura Sagrada: "Quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad"

Podemos ver de una manera extraordinaria la Doctrina de los Santos Padres acerca de la Catolicidad (Universalidad) de la Iglesia, en sus catequesis y documentos, por ejemplo, leemos en San Pacían de Barcelona: "Cristiano es mi nombre, y católico mi apellido. El primero me denomina, mientras que el otro me instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y registrado... Cuando somos llamados católicos, es por esta forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre herético." (5).

Por otra parte, San Cirilo de Jerusalén, en su Catequesis, explica de modo sencillo pero con profundidad la labor de la Iglesia, en esa universalidad que desde su Misión se desarrolla: "La Iglesia es católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes" (6).

Por otra parte, el Santo Doctor de la Iglesia, Tomás de Aquino, da tres puntos elementales para sostener que la Iglesia es Católica.  Lo que llamamos "Teología de la Catolicidad":

La Iglesia es universal en tres sentidos:
1. Se encuentra en todos los lugares (7), teniendo tres partes: en la tierra, en el cielo y en el purgatorio.
2. Incluye personas de todos los estados de vida. (8)
3. No tiene límite de tiempo desde Abel hasta la consumación de los siglos.

Por esta razón, deciamos que la Iglesia es abierta en todos los tiempos y lugares, sin distinción alguna.

Ser católico es creer en la plenitud de la fe cristiana. Hoy hace falta recordarlo porque hay quienes no reconocen a los católicos como cristianos. Quieren apropiarse del título "cristiano" sólo para ellos. Crean así falsamente una mutua exclusión entre ser "cristiano" y ser "católico". Dicen, por ejemplo: "Yo era católico pero ahora soy cristiano". Preguntan: "¿Eres cristiano o católico?". Los católicos debemos cuidarnos de no caer en la trampa.

Cada cual es responsable del don recibido. Hay cristianos que sin culpa desconocen algunas verdades (eucaristía, confesión, etc.) Pero quien desprecia las doctrinas que conoce se hace culpable. El cristiano debe esforzarse por conocer la doctrina verdadera y completa (ortodoxia) y practicarla (ortopraxis).


Catequista Mauricio Parra Solís


Mexicali, B.C., 06 de Septiembre de 2013, Annus Fidei



1) S. Ignacio de Antioquía, Smyrn. 8, 2
2) Ef. 1, 22 - 23
3) AG 6
4) Lumen Gentium, 13
5) San Pacían de Barcelona, Carta a Sympronian
7) Cf. Rom 1,8
8) Cf. Gal 3,28

domingo, 8 de septiembre de 2013

San Luis María de Montfort y la Eucaristía


Es un hecho, hermanos míos, que Jesús no puede dejar a María. Tan fuerte es el amor que los une, que es por esa razón que instituye la Eucaristía poco antes de su muerte. De está manera Jesús quiere después de su Ascensión, permanecer como consuelo para su Madre, el que con gusto estuvo en su Seno puro durante nueve meses. 

Es esta mi convicción: El vínculo recíproco entre Jesús y María tiene sus raíces en la Encarnación. Esto les hace inseparables y se expresan una ternura que esta a la altura de la perfección. Es cierto además que la ofrenda de Jesús al Padre, comenzada en el primer instante de la Encarnación, se perpetúa en la Eucaristía, a la que María ciertamente se asocio en sus Comuniones. Por eso es Ella una vez más, el Modelo perfecto que nos ofrecen los Evangelios.

Por eso la práctica perfecta de la Sagrada Comunión, es en efecto, un momento privilegiado para dejarse transformar por Cristo. El nos da su Carne a comer; El nos da su Sangre a beber. Y así al recibirlo, somos cambiados en su ser infinito. En todo esto tiene su parte María, quién como Madre nos da a todos los fieles servidores, el Pan de Vida, que Ella misma ha formado en su Santo Vientre.


Que importante es para nosotros, hermanos, la presencia y la acción materna de María en la Eucaristía, la cual, no disminuye en nada la excelencia de la Obra Redentora de Cristo. Estoy convencido, de que la Comunión Sacramental, comporta la presencia activa de María, y así ahora los exhorto a Comulgar en unión con María. Que sea Ella quién en nosotros y por nosotros, acoge al Verbo de Dios hecho Pan en el Altar. Ella, quién recibe al Verbo de Dios en Su Corazón y en su cuerpo, tal como nos lo dice la mejor Tradición de nuestros padres.

La Comunión hace revivir en nosotros el vínculo de Cristo con María de manera tal que como fieles, nos unimos a Cristo de la misma manera que El, se ha unido a su Madre en la Suprema Hora del Sacrificio Redentor.


sábado, 7 de septiembre de 2013

Comunicado: Porta Fidei en Facebook


Amig@s lectores de nuestro Blog:

Con alegría y esperanza les comunico que el Proyecto de Blog Tradicionalista "Porta Fidei" cuenta con Página Oficial en las redes sociales. Todos están invitados a visitarla, a dejar sus comentarios, sugerencias y algún contenido referente a la Actualidad Eclesial y a la Tradición de la Iglesia.

Todos los comentarios son bien recibidos, ya sea por medio de nuestro correo electrónico (Blog.Porta.Fidei@gmail.com) o por medio de esta nueva página en Facebook.

La dirección web es:


Gracias por su atención.

Sigamos unidos en oración por las intenciones del Sumo Pontífice Francisco I, en especial por la Paz del Mundo y el Reinado del Inmaculado Corazón de María y el Reinado Social de Cristo Rey.


Atte.
Mauricio Parra Solís
Administrador

lunes, 2 de septiembre de 2013

Creo en la Iglesia que es SANTA


"La Iglesia es Santa no por sus propios méritos, sino porque Cristo la amó como a su esposa y por ella se entregó en la Cruz a fin de santificarla (1), la unio a sí mismo como su propio cuerpo y la lleno del Don del Espíritu Santo para gloria de Dios" (2)

En la Profesión de Nuestra Fe, mejor conocida como Credo, rezamos esta verdad muchas veces como quien mecanicamente realiza alguna acción, y no nos ponemos a meditar la profundidad de las palabras. La santidad de la Iglesia no consiste en la santidad de sus miembros, pues aunque la Iglesia es Santa, tambien es de realidad pecadora, o acaso todos los que la conformamos tenemos el alto grado de la santidad? Se perciben en la Iglesia fallas, algunos pecados. Como se explica tal cosa? Ante todo, es preciso entender que la Iglesia es peregrina, o sea, puede ser mejor, esta en camino a la Santidad definitiva, que sera alcanzada plenamente solo al fin de los tiempos. Por eso, ella todavia carga la marca del pecado, pues sus miembros son pecadores. (3)

En que consiste la Santidad de la Iglesia? No consiste en otra cosa, sino en que su Cabeza, Cristo, es el Santo de lo Santos, de quien ha recibido su fundación y su mandato: "Sean Santos como vuestro Padre Celestial es Santo" (4). Ahora bien, a este Espíritu de Cristo, como principio invisible, hay que atribuir también que todas las partes del Cuerpo estén íntimamente unidas tanto entre sí como con su excelsa Cabeza, como quiera que Él está todo en la Cabeza, todo en el Cuerpo, todo en cada uno de sus miembros, en los cuales está presente, asistiéndoles de muchas maneras, según sus diversos cargos y oficios, según el mayor o menor grado de perfección espiritual de que gozan. (5)

Uno de los rasgos de la santidad en la Iglesia, es como lo vemos afirmado por el Venerable Pio XII, "que toda las partes del cuerpo esten intimamente unidas", no hay santidad alguna si no hay union plena, porque la unión transforma esa unidad en signo distintivo de quienes se esfuerzan por asemejarse a su Cabeza, en sintesis, desde la unidad indisoluble, es como se cumple ese "sean santos" que Jesus nos pone de relieve en el Evangelio. Pues aunque la realidad del pecado persiste, la santidad no esta condicionada a el, puesto que el hombre ha de esforzarse por vencerlo dia con dia, cada obstaculo, cada vicio, cada caida el levantarse, por esa razon, la Iglesia es rica en santidad, y si es que se denota el pecado, es para hacer caer en la cuenta a sus Hijos, que el fin ultimo no es otro sino buscar a Aquel que es realmente importante seguir. Es rica, en Santidad, porque esta totalmente llena del Espiritu Santo que ha recibido en Pentecostes, es rica porque ha nacido del Costado Abierto de Cristo. Es rica, porque ha sido fundada desde la Redención del Hombre.


Él, con su celestial hálito de vida, ha de ser considerado como el principio de toda acción vital y realmente saludable en todas las partes del cuerpo. Él es el que, aunque por sí mismo se halle presente en todos los miembros y en ellos obre por su divino influjo, en los inferiores, sin embargo, obra también por el ministerio de los superiores. Él es, finalmente, quien a par que coengendra cada día nuevos hijos a la Iglesia con la inspiración de la gracia, rehusa habitar con su gracia santificante en los miembros totalmente separados del Cuerpo. (6)

La Iglesia es Santa, sobretodo porque recibió de Jesucristo desde el día de Pentecostés, el Don del Espíritu Santo que nos santifica por medio de los Sacramentos. A partir del Bautismo, vivimos la Gracia Santificante, o sea, la misma Vida Divina por la cual somos literalmente divinizados.

"Lo que nuestro espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros, eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia" (7). Asi como el cuerpo de cada uno esta constituido por materia, también esta constituido por un espíritu que le da vida, de la misma manera, el Espíritu Santo hace de la Iglesia "el Templo de Dios vivo" (8), "el principio de toda acción vital y verdaderamente saludable en todas las partes del cuerpo" (9).

Es indudable que millones de cristianos santos estan en la Gloria, porque murieron en Gracia de Dios, aunque nunca llegarán a los Altares por ser poco conocidos. Hombres y mujeres de todas las clases y condiciones, de todas las vocaciones y oficios. Pero no solamente hay Santos en el Cielo, la Tierra esta poblada de ellos. ¿cuantas personas que conocemos y cuantos que vemos por la calle aman a Dios y a su prójimo y cumplen calladamente los Mandamientos Divinos? Nunca lo sabremos en este mundo, pero llegarán al Cielo para gozar eternamente. Ciertamente que la Iglesia es Santa en sus Santos.

En conclusión, la Iglesia es Santa a pesar de las caídas de sus miembros. Pero no es justificación el no caminar con paso firme y recto por esa razón, sino todo lo contrario, si "hace mas ruido un árbol que cae, que todo el bosque que crece" (Benedicto XVI), hagamos cada día resonar ese crecimiento, con nuestros testimonios: los padres con sus hijos en casa, en el trabajo, en las convivencias y reuniones de entretenimiento también. Los hijos en sus escuelas, con los amigos. Llevemos el mensaje autentico de ser cristianos a donde parece haber sido Cristo desterrado, introduzcamosle de nuevo. Hagamos resplandecer la Santidad del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.


Catequista Mauricio Parra Solis.


Mexicali, B.C., 02 de Septiembre de 2013. Año de la Fe.



1) Ef. 5, 25 - 26
2) LG, 39
3) CR, 212
4) Mt. 5, 48
5) Enc. Mystici Corporis, S.S. Pio XII
6) Enc. Mystici Corporis, S.S. Pio XII
7) San Agustín, Sermón 267, 4
8) 2 Cor 6,16;cf 1Cor 3,16-17;Ef 2,21
9) Enc. Mystici Corporis, DS 3808, S.S. Pio XII


jueves, 15 de agosto de 2013

Dogma de la Asunción de María


El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:


"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

Ahora bien, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a este interrogante:

"La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (#966).

La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección.

Más aún, la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo es un Dogma de nuestra fe católica, expresamente definido por el Papa Pío XII hablando "ex-cathedra". Y ... ¿qué es un Dogma? Puesto en los términos más sencillos, Dogma es una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios.


En este caso se dice que el Papa habla "ex-cathedra", es decir, que habla y determina algo en virtud de la autoridad suprema que tiene como Vicario de Cristo y Cabeza Visible de la Iglesia, Maestro Supremo de la Fe, con intención de proponer un asunto como creencia obligatoria de los fieles Católicos.

El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".

Y el Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes términos:

"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio" (JP II, 2-julio-97).


"Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos" (JP II , Audiencia General del 9-julio-97).

Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de quienes `oyen la Palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial" (JP II, 15-agosto-97)



Los hombres y mujeres de hoy vivimos pendientes del enigma de la muerte. Aunque lo enfoquemos de diversas formas, según la cultura y las creencias que tengamos, aunque lo evadamos en nuestro pensamiento, aunque tratemos de prolongar por todos los medios a nuestro alcance nuestros días en la tierra, todos tenemos una necesidad grande de esa esperanza cierta de inmortalidad contenida en la promesa de Cristo sobre nuestra futura resurrección.

Mucho bien haría a muchos cristianos oír y leer más sobre este misterio de la Asunción de María, el cual nos atañe tan directamente. ¿Por qué se ha logrado colar la creencia en el mito pagano de la re-encarnación entre nosotros? Si pensamos bien, estas ideas extrañas a nuestra fe cristiana se han ido metiendo en la medida que hemos dejado de pensar, de predicar y de recordar los misterios, que como el de la Asunción, tienen que ver con la otra vida, con la escatología, con las realidades últimas del ser humano.

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Angeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

domingo, 4 de agosto de 2013

Sagrado Concilio de Nicea



En el año 325 se realizo el Primer Conciio Ecuménico en Nicea, un pueblo de Asia Menor, convocado por el Papa Silvestre I y presidido por el mismo Emperador Constantino, para definir asuntos importantisimos como era la condenación de Arrio que negaba la Divinidad de Jesucristo habiendo contagiado a muchisimos cristianos, desatando al mismo tiempo persecusiones violentísimas y causando numerosos mártires.

San Silvestre I
Papa que Convoco el Concilio de Nicea


Al mismo tiempo era urgente definir cuales deberian ser las notas o marcas distintivas de a Verdadera Iglesia de Cristo frente a algunas iglesias orientales que pretendian ser las autenticas.

El Concilio de Nicea emitio 20 Decretos con fuerza de ley de suma importancia, como definir el Misterio de la Santisima Trinidad, proclamar la Divinidad de Jesucristo brillantemente defendida por el gran San Atanasio y que la Verdadera Iglesia debe ser UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Se definio tambien la fecha para la celebracion de la Pascua, que los enfermos deben recibir el Sacramento de la Uncion, la conveniencia de que cada region celebre con frecuencia Concilios para velar por la integridad de la Fe y las constumbres de clérigos y laicos.


Usamos los católicos dos versiones del Credo: la mas corta llamada "Credo de los Apostoles" que contiene la esencia de lo que debemos creer y aprendimos de memoria en el catecismo antes de hacer la Primera Comunion y una version mas larga, mas explicita y desglosada que declaramos los Domingos en la Santa Misa y es el que emitió el Concilio de Nicea y llamamos "Simbolo Niceno". Es una maravilla de precision que debemos de meditar y gozar.

Este primer Concilio Ecuménico, marco la pauta a seguir en el futuro. La Iglesia Católica iluminada por el Espíritu Santo, se ha ido definiendo y organizando cada vez mejor al paso de los siglos. Podemos decir usando terminos meramente humanos, que es una "empresa" perfectamente constituida y de una eficiencia notable, siempre fiel a su Vocacion de salvar a todos los hombres por la fe en Jesucristo el Salvador.