martes, 1 de mayo de 2018

Respuesta de Su Eminencia Reverendísima Don Raymond Leo, CARDENAL Burke a carta de Fieles Laicos

          Hace poco más de un año, un Grupo de Laicos Comprometidos, un Seminarista y un Sacerdote, quisimos expresar nuestro Apoyo a Su Eminencia Ilustrísima el Cardenal Raymond Leo Burke, haciéndole llegar por medio de la Soberana Orden de Malta una Carta, a la vez que quisimos pedir su consejo sobre la Situación tan atenuante por la que tristemente atraviesa la Iglesia. Para Gloria de Dios, del Inmaculado Corazón de María, y exaltación de Nuestra Santa Madre Iglesia, hemos tenido a bien recibir una carta escrita y Firmada de Puño y Letra de Su Eminencia, que desde esta redacción queremos compartir con ustedes, sabiendo que los consejos de Su Eminencia serán de ayuda, no solo para quienes hemos recibido respuesta, sino para todos aquellos que estan preocupados por la situación actual de la Iglesia. 

         Así mismo, aquí les dejamos el enlace del Texto íntegro de la Carta que le hemos enviado, fechada del 2 de Febrero del 2017. (http://defensaytradicion.blogspot.mx/2018/05/carta-su-eminencia-reverendisima-d.html)

          Oramos por Su Eminencia tan duramente atacado e incomprendido por Defender la Verdad de la Fe Católica y Apostólica, para que el Espíritu Santo le siga bendiciendo y fortaleciendo en su Fidelidad a Cristo y al Verdadero y Autentico Magisterio de la Iglesia.


Roma, 20 de Febrero de 2018

Muy estimados Señores Mauricio Parra Solís, Jaime Mauricio Zavala García, Joaquín Ruiz Sarracino, Biol. Israel de Jesús Crisanto Mendoza, Reverendo Moisés Olmos Ponce, Sem. Guillermo de Jesús Dávalos y Señora María de los Ángeles Mendoza:


Quiero agradecerles su amable carta con fecha 2 de febrero de 2017. Les pido disculpas por la tardanza en responder.

Les agradezco principalmente sus oraciones por mis intenciones y el apoyo filial que me expresan. Sepan que rezaré por todos y cada uno de Ustedes, así como también, por sus Diócesis y la amadísima tierra mexicana.

Como consejo puedo decirles que lo más importante es mantener una profunda e intensa vida de oración y de santificación del trabajo cotidiano que cada uno de ustedes realizan. Asimismo, es imprescindible que frecuenten asiduamente  el Sacramento de la Confesión y que reciban a Nuestro Señor Jesucristo semanalmente o, de ser posible, diariamente, en la Sagrada Comunión. También es muy importante ofrecer los propios sacrificios, tareas y sufrimientos a Nuestro Señor para que reine en su Iglesia la unidad, la verdad y la caridad.

Además, es necesario formarse muy bien en el Magisterio Autentico de la Iglesia. Para ello se debe acudir a bibliografía de autores prestigiosos muy fieles a la Iglesia, al Magisterio, a la Tradición. Esta formación hay que transmitirla a sus amigos y a las personas que de ustedes dependan, según los diferentes casos y situaciones. El Apostolado de la Formación Doctrinal en la Autentica Fe de la Iglesia Católica es una gran tarea que Ustedes, en sus ambientes, pueden llevar a cabo con gran naturalidad, simpatía, caridad y verdad.

Por mi parte, los Bendigo a Ustedes y a sus familiares. Les aseguro mis oraciones ofreciendo a Nuestro Señor Jesucristo sus intenciones por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, San José, San Juan Diego y San Miguel Arcángel.

Encomendándome a sus oraciones, permanezco suyo en el Sagrado Corazón de Jesús, en el Inmaculado Corazón de María y en el Purísimo Corazón de San José.


+ Raymond Leo Card. BURKE





Carta a Su Eminencia Reverendisima D. Raymond Leo Burke escrita por algunos Fieles Laicos (2017)


Mexicali, B.C., 02 de Febrero de 2017.
Fiesta de la Purificación de Ntra. Señora.
Año Jubilar del Centenario de las Apariciones de Fátima.


Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal
Dr. D. Raymond Leo Burke
Diaconía de Sant´Agata de´Goti
Cardenal Patrono de la Soberana Orden de Malta

                       
                        Eminentísimo Padre en Nuestro Señor:

            Por las presentes letras reciba un respetuoso saludo, suplicando a Nuestro Señor Jesucristo Buen Pastor, y al Inmaculado Corazón de María, le bendigan y le guarden en su Ministerio Cardenalicio para exaltación de la Fe Santa y mejoría de Nuestra Santa Madre Iglesia.

            Le escribimos las presentes letras, un grupo de fieles laicos de diferentes Diócesis de México, preocupados ante todo por la situación por la qué triste y confusamente atraviesa la Fe Sana, Verdadera y Católica ante las desviaciones de Nuestros Reverendísimos Pastores, los Obispos, y nuestros Sacerdotes diseminados en todo el orbe. Confusión qué abre cada vez más paso en los corazones y en las conciencias de los hombres ya tan alejados de Dios, y que con Normas Pastorales contrarias al Magisterio y a la misma Palabra de Dios, no hacen sino más fácil y evidente la obra de la condenación sobre la Obra de la Salvación que Jesucristo, el Señor, le ha encomendado a su Esposa la Iglesia.

            Iniciada con la Carta Postsinodal sobre la Familia “Amoris Laetitiae” y las recientes páginas de conmemoración de la triste separación de la Iglesia ocasionada por el monje hereje Martín Lutero, y que tristemente la Santa Sede Apostólica, ha llamado mediante documento con ocasión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, le ha puesto junto a otros más reprobables herejes, como “testigo del evangelio”. Cuánto no ha sido sino el golpe más doloroso dado en  los últimos días del Pontificado de nuestro Santo Padre el Papa Francisco. La situación de Nuestra Iglesia, manifestada más hondamente en las decisiones de los Obispos de Malta, de Filipinas que han dado Decretos para dar abiertamente la Sagrada Comunión a quienes viven en pecado grave de adulterio, bien sabido que de esta manera no es un acto de caridad sino de profanación y sacrilegio, arrojando el Santísimo Sacramento como si comida a los perros se tratara.

            Vuestra Eminencia mejor que nosotros sabe la dolorosa situación actual por la que atraviesa la Fe de la Iglesia y la necesidad de que Su Santidad responda las acertadas Dubias que usted como los demás Eminentísimos Cardenales han tenido a bien expresar y no demorar más la corrección pública y fraterna a nuestro Santísimo Padre. Pues la salvación de tantas almas está en riesgo capital, tergiversando la Caridad y Misericordias de una manera que poco o nada tienen de Espíritu Evangélico.  



Por otra parte, el motivo de estas letras, es para suplicar a Su Eminencia Reverendísima, su paternal consejo ante esta situación, permaneciendo fieles al Magisterio Eclesial que siempre se ha enseñado. Uno como laico, en la medida de sus facultades enseña y habla lo que la Iglesia enseña fielmente en su poca o mucha capacidad y estudio, como usted en entrevista ha enseñado magistralmente, temer más al Juicio de Dios que a perder tal o cual cargo en la jerarquía. Como debe ser nuestra postura como Fieles Hijos de la Iglesia ante esta decadencia de Fe y Moral, donde los Pastores no se han vuelto sino encubridores de todo lo que la Iglesia ha enseñado que nos aleja del Señor. Donde hasta los Consagrados y Consagradas se han atrevido a contradecir los Dogmas abierta y heréticamente sin recibir de sus Superiores y Obispos las justas penas por causa del daño que hacen a los fieles. Y sin embargo, permanecen triste e indignamente callados.

            Cierto es que ya estamos en abierto Cisma en la Iglesia aunque de manera formal no se ha declarado con todos los atropellos que la Jerarquía Eclesiástica viene enseñando al Magisterio Doctrinal y a la Sacralidad de los Sacramentos, y el demonio mismo que ha vendado los ojos de muchos haciendo creer que no pasa nada, que la Iglesia está bien y que es necesario una nueva mal llamada primavera eclesial y una herética “revolución de la ternura” como lo ha expresado tantas veces el Papa Francisco.

            ¿Qué consejo nos da Su Eminencia ante este clima tan delicado? ¿Cómo debemos proceder? Pues aun cuando se habla con reverencia, no somos sino tachados de divisorios, rebeldes y contumaces que quieren hacer un mal a la Iglesia en lugar de crear unidad. Mas sin embargo, ¿Cómo es que se puede crear una verdadera unidad siguiendo el juego de enseñar errores importantísimos? Suplicamos a Su Eminencia una palabra acertada como siempre la tiene, pues este mismo grupo que ahora le escribe, hemos tenido a bien escribir a Nuestros Padres Cardenales de la Iglesia Mexicana y al Excelentísimo Señor Nuncio Apostólico de Su Santidad en México y triste es que a la fecha ninguna respuesta se ha dado. Es por eso que acudimos a su Paternal asistencia.

            Sin más que agregar, nos despedimos, besando la Sagrada Púrpura de Vuestra Eminencia, suplicando imparta sobre nosotros su Paternal Bendición, y reiterando nuestras más sinceras oraciones por usted, su salud y Ministerio.

            En Fidelidad a la Santa Madre Iglesia.



Sr. Mauricio Parra Solís
Diócesis de Mexicali



Sr. Jaime Mauricio Zavala García
Diócesis de Irapuato

Rvmo. Pbro. D. Moisés Olmos Ponce
Diócesis de Ensenada

Rvmo. Sem. Guillermo de Jesús Dávalos
Arquidiócesis de Guadalajara

Sr. Joaquín Ruiz Sarracino
Diócesis de Tabasco

Biol. Israel de Jesús Crisanto Mendoza
Diócesis de Irapuato

Sra. María de los Ángeles Mendoza M.
Diócesis de Irapuato 

martes, 13 de febrero de 2018

Mensaje con Motivo de la Santa Cuaresma 2018



La invitación a vivir la Cuaresma, debe ser una llamada de esperanza para fijar nuestra mirada en Cristo, en la Cruz; esperando con gozó el alborear de la Resurrección, y caminando, confiando en la promesa, de que habremos, por su Misericordia y Amor infinitos, de alcanzar la Jerusalén del Cielo, gloriosa y resplandeciente. Contemplar al Dios de la Misericordia, al Dios que nos salva, pero también, sin perder de vista, al Dios Justo que ha de venir al Final de la Historia, lleno de Gracia y Majestad para recompensar al género humano.

Dios, es infinitamente rico en Misericordia, y ella se manifiesta en que "al cumplirse la plenitud de los Tiempos, envió a su Único Hijo, nacido de una Mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estábamos bajo la Ley, a fin de hacernos Hijos suyos" (Gal. 4, 4), para que el tesoro de su Gracia, Sabiduría y Prudencia, redundará en alabanza de su Santo Nombre. 

Así mismo, en la magnificencia de la Misericordia, la Justicia infinita de Dios, es inseparable, en cuanto a que Dios mismo, no mira con una piedad permisiva al Hombre. Le concede libertad, y según esa libertad, el Hombre debe ser juzgado. No podemos decir temerariamente, que Dios no viene como Justo Juez, puesto que la Misericordia también es justa, es gratuita, pero el Hombre debe consentirse merecedor de ella en cuanto a sus acciones. El Pecador abre el pecho enamorado del Padre en la medida que con humildad reconoce sus errores, y busca con rectitud de conciencia la enmienda de ellos, más sin embargo, Dios no puede mostrar Misericordia con aquella alma que no puede ver con humildad sus caídas y más aun, pertinazmente se obstina a vivir sumergido en ellas.

Cuántas almas se pierden por causa de la Misericordia, creyendo que viviendo esta vida en el pecado, no buscan su propia conversión, sino que creen con alevosía y ventaja, que a la hora de la muerte se salvarán pidiendo perdón, sin un sincero acto de contrición. ¡Ay de las almas que se ponen erguidas en esta vida, sin inclinar la cabeza con humildad, que se asemejan a su padre el Diablo, soberbio desde el comienzo, haciéndose, según sus antojos, dueños y señores de sus propias vidas, sin reconocer que el Padre de la Verdadera Misericordia los llama para sí mismos, en un acto de Humildad Heroica, abandonándose en sus brazos, dejándose modelar, siendo hechos desde el principio a su imagen y semejanza, conteniendo en vasos frágiles, una dignidad mayor que la de los propios ángeles en el cielo.

No nos puede ser posible como Iglesia de Cristo, predicar un Evangelio alejado de la exigencia de la Conversión, puesto que Cristo, no solo vino a sanar a los Enfermos, a Liberar a los poseídos por el Diablo, vino a reconciliar al mundo con el Padre, a dar el Perdón de los Pecados, con la consigna: “¡Vete y no vuelvas a pecar!” (Jn. 8, 11). Pretender la predicación de la Salvación sin el compromiso de enmendar la propia vida, es predicar un Falso Evangelio, que aun cuando la Salvación de las almas es el anhelo más vehemente de Dios, el hombre debe ganarla en la actitud de la propia vida a la Luz de la Gracia de Dios.

La invitación de la Cuaresma, es examinar la vida a la Luz del Evangelio, preparando el alma para el encuentro definitivo de la Eternidad, cada momento es crucial, y un instante puede separar a las almas de la Eternidad Gozosa y sumergirla en un abismo de tristeza, de fuego interno que consume sin extinguirse. Pues aun cuando la Misericordia es Inagotable, también es exigente y celosa, y ningún alma puede levantarse altanera para decir que Dios siendo Amor infinito no condena, diciendo que nadie puede condenarse para siempre, pues es contribuir con la falsedad de una Doctrina Antievangélica, pues también el Señor viene a separar a las Ovejas de los Cabritos, a los Benditos y a los Malditos, no porque el mismo quiera separarlos de sí mismo, sino porque el hombre mismo responde libremente para ser de uno u otro rebaño.

Examinemos nuestros corazones y pidamos al Espíritu Santo la Gracia de contemplarnos como el Padre mismo nos contempla, y sintamos el mismo dolor que le causamos con cada pecado, para que nuestra resolución no solo de Cuaresma, sino de vida, sea constante y firme. Pues como enseña San Pablo, “Nuestra batalla no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (Ef. 6, 12).


Mauricio Parra Solís


Mexicali, B.C, 14 de Febrero de 2018


martes, 30 de enero de 2018

Carta al Cardenal Robles Ortega



Mexicali, B.C., 16 de Diciembre de 2017
Asunto: Obra Sincretismo y Declaraciones


Eminentísimo y Reverendísimo Señor
Don Francisco, Cardenal Robles Ortega
Arzobispo Metropolitano de Guadalajara
Presidente la Conferencia del Episcopado Mexicano
P R E S E N T E. –


            Me permito saludarlo Sr. Robles Ortega, pidiendo que verdaderamente lo ilumine el Espíritu Santo.

            Sinceramente le escribo estas líneas como Hijo de la Iglesia de Cristo, por la Gracia de Dios y por el Bautismo, Católico. Me llamo Mauricio Parra Solís, soy un Laico Comprometido de la Diócesis de Mexicali. Le escribo estas líneas profundamente triste y decepcionado ante su actuar y declaraciones como Prelado de la Santa Iglesia. Sentimiento, que no soy el único que lo siente ni lo participa.

            Recientemente ha dado unas tristes y pésimas viniendo de un Obispo, más aun, un Cardenal, cuya Misión es DEFENDER la Integridad de la Fe. Ha dicho usted:

            “Ya no se anduviera moviendo a la gente contra la obra (por cierto blasfema) “Sincretismo”… Qué México ya no es todo Católico y que (según usted) hay muchos medios de Salvación, no solo por la Iglesia Católica… Qué “Sincretismo” es una “obra” de arte y tienen que respetar”

            ¡Qué tristeza Señor Robles Ortega! Que siendo usted “Pastor” de la Iglesia Católica, tenga este pensamiento que no es sino de un dignísimo hijo del Hereje de Lutero, tan ensalzado hoy tristemente por Roma. Ha dicho que “México ya no es todo Católico”… ¿y cómo? Con Pastores con esta mentalidad doctrinal tan mediocre. Cómo con el pésimo testimonio de Vida Consagrada que muestran aunque pocos, los Sacerdotes y Religiosos, los incontables abusos en la Liturgia, y demás aberraciones. Ha dicho tristemente que “hay muchos medios de salvación”… ¿Es que acaso Cristo Fundó la Iglesia nada más como un pasatiempo para entretener a las gentes y dar un quehacer a los holgazanes de los Apóstoles? ¡FUERA DE LA IGLESIA NO HAY SALVACIÓN!

            Qué panorama tan triste y deprimente se puede observar que los Obispos se preocupan del mundo y el demonio menos de ser Fieles a la Iglesia y a su Misión. Y no es mi pensar solamente, sino de multitudes de Católicos. Es una burla y una deshonra.

            Sincretismo, una “obra de arte” como usted defiende y hace alarde… No es sino una Blasfemia contra la Inmaculada Madre de Dios, que en su Advocación de Guadalupe ha querido llenar de la Gracia de Dios este suelo. Igualar al Demonio, la Serpiente y Satanás a la Madre de Dios, no solo es una indecible blasfemia, sino una herejía. Y que desgracia que los “Obispos” como su Eminencia le defiendan.

            Más valentía y dignidad Pontifical, ciertamente ha tenido Su Eminencia Ilustrísima Don Juan Sandoval Iñiguez al levantar la voz exigiendo sea respetada la Fe de la Iglesia, sea respetada la Madre de Dios. Y defendido y escuchado el clamor de tantos Hijos de la Iglesia que exigen lo mismo. Mientras que usted, les critica, nos critica por levantar la Voz en el Derecho que nos asiste, cuando usted, debe defender al Rebaño y Dar la Vida por él, lo entrega al lobo rapaz, no se ha hecho pastor, sino esquilador y lobo.

            Pido con insistencia al Espíritu Santo lo ilumine y le alcance el Don de la Conversión para tomar con dignidad el Cayado que empuña como Pastor y reconozca que su Misión es Defender a la Iglesia y no al Mundo. No le pediré que responda a esta carta, porque es un hecho que Su Eminencia no responderá, puesto que reconocemos que su silencio, como el de tantos, no es sino la afirmación de que no es de Cristo, sino del mundo. “No pueden servir a dos amos” dice Cristo en el Evangelio, y un Obispo, Padre mío, no puede servir al Mundo y pretender Glorificar a Dios.

            Pido me bendiga, en conciencia, de nada de lo que aquí me he atrevido a escribir tengo que arrepentirme, como enseña la Gran Santa Catalina de Siena: “Por callar está podrido el mundo”.


            Fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Fidelidad a la Tradición de la Iglesia.


Mauricio Parra Solís

jueves, 14 de diciembre de 2017

Inmaculada Concepción de María


"ALEGRATE MARIA, 
LLENA ERES DE GRACIA, 
EL SEÑOR ESTA CONTIGO"

Estas palabras, denotan una especial predilección de la Santísima Trinidad por la figura de María. Palabras que en la Historia de la Salvación, no se han pronunciado a ninguna otra criatura, ni mucho menos, se ha encontrado otra que merezca semejante mérito.

Contemplar el Misterio de la Purísima Concepción de María, es contemplar la perfección de Dios. La promesa de Salvación y el Triunfo de la Gracia sobre la esclavitud del pecado. El demonio, satanás, quiso enaltecerse por encima de la Majestad de Dios, María, por el contrario, ha querido permanecer en silencio, esclava, y delante de Dios se realiza aquello que Jesús manifiesta en el Evangelio, "el que quiera ser grande, que se haga pequeño". Eva desobedece por la desconfianza que siembra el Maligno en su mente y en su corazón, desconfianza que esta anclada en lo mas profundo del Corazón humano, desconfía, porque no a aprendido a verle como Padre. En cambio María, obedece porque confía, conoce a Dios en el silencio de la oración, y sabe que abandonándose a Su Voluntad, encontrara la solicitud paternal a sus suplicas, sabe que no sera defraudada.

La Concepción de María, no solo es motivo de algarabía para la raza humana, el cielo se estremece al mirarla, los ángeles rompen en llanto de gozo y prorrumpen sus labios en aclamaciones y alabanzas, es la Madre del Cielo y de la Tierra, la Luna que viene a brillar con el resplandor del Nuevo Sol que viene a traer la Salvación, a calentar las almas frías y a incendiar las almas tibias. María brilla, pero no con luz propia, sino con la Luz de Cristo, que aun siendo su Hijo, reconoce que es si Señor, y se regocija en el anonadamiento de su servicio, porque conoce que ella lo porta, como Primer Sagrario que habito el mundo.

Dichosa Tu María, que has encontrado gracia delante de Dios, porque cuanto se ha anunciado se cumplirá, y seras digna de contemplar las maravillas de la salvación. Eres la Puerta del Templo de la Nueva Jerusalén, la aurora matutina que anuncia la llegada del día eterno, del día de jubilo y festejo, del llanto de gozo. Alabada y glorificada te bendicen las generaciones porque el poderoso ha hecho obras inmensas, te han mirado con Misericordia y Regocijo y has sido enaltecida por encima de toda la Creación, para que dominaras a las Naciones con bastón de Misericordia, de Maternal solicitud, la dispensadora de la Gracia, la Primera Hija de la Salvación.


Mauricio P. Solís
08 de Diciembre de 2017

lunes, 11 de diciembre de 2017

Solemnidad de la Bienaventurada Virgen de Guadalupe


“No podemos ser verdaderos Hijos de María
Alejados de Jesús en el Santísimo Sacramento” M.P. Solís

Recordar a María, es contemplar siempre la dulzura de una madre por el más pequeño de sus hijos, que aun así, el hijo sea el más ingrato que exista, siempre, la más tierna de las Madres, está ahí para cuidarle, procurarle el consuelo, y abrazarle si es necesario. Si eso contemplamos en una madre terrenal, en la madre personal de cada uno de nosotros, como no podremos sentirnos hijos verdaderos de María, que día y noche vela de nosotros ante el Trono de su Divino Hijo, con insistentes lágrimas que siga teniendo Misericordia de todos nosotros.

Como hijos de una Nación, recordar lo que Ella ha hecho por nosotros, es sentirnos privilegiados, pues como ha rezado el Papa Benedicto XIV: “Non fecit taliter omni nationi”, (con ninguna otra Nación hizo algo igual). Y cierto es que no solo como nación lo ha hecho, sino que ha querido ir más allá, por cada uno de nosotros, ha querido que la sintamos en el corazón, como verdadera Madre, abogada y medianera, un puente especial para salir al encuentro del Verdadero Dios por quien se vive. Sigue siendo la privilegiada Esclava del Señor, la que se pone delante de Él, como aurora que anuncia el amanecer, y da paso al Sol luminoso de la Salvación, la Puerta por la cual entra al mundo la Salvación, así se ha querido manifestar a los Hombres de todas las generaciones que habríamos de alabarla, porque el Señor ha hecho por Ella maravillas (Lc.2, 3 – 4).

¿Acaso con esta muestra de amor no nos sentimos hijos? Sigue insistiendo en ser la Madre, la salud, la protectora, ¿Qué nos inquieta? Vamos tomados de la mano, pero si algo nos inquieta el corazón, es signo que nosotros hemos dejado de tomar su mano, para sentirnos no hijos necesitados de la Madre, sino varones que nos sentimos autosuficientes, capaces de caminar en el mundo y vencerlo por las propias fuerzas, aunque esto signifique perdernos en el camino. Cuando Ella, la Madre, es quien nos lleva de la mano por el Buen Camino, que aun con las piedras y las caídas, sigue ahí para levantarnos y darnos la palmada para continuar el camino.


Ella es el medio más seguro y eficaz, pero no es la meta a donde esperamos llegar sanos y salvos. Y cuantas veces hemos perdido de vista que a quien debemos encontrar como Ella es a Cristo, al Hijo, cuando es ella quien nos dice: “Hagan lo que Él les diga” (Jn. 2, 5), Ella adelanta la Hora del Señor, por obediencia y humildad, la caridad que arde en su Corazón de Madre por los hijos angustiados, no se deja ganar en generosidad, que impulsa al Hijo a adelantar su Hora para que seamos testigos que Dios siempre nos atiende y escucha, y no solo nos da lo que el corazón necesita, sino que da aún más, lo mejor.

Ella es el faro que nos dice noche y día: “ahí está él, ahí está Jesús, no le dejen solo”. Y Ella pone el ejemplo al pie de la Cruz, que aun en medio del más aferrado dolor de la muerte del Hijo, ahí permanece junto a él, soportando a su lado las calumnias, las burlas, el menosprecio de los ingratos, y nosotros… ¿no hemos sido acaso para Ella motivo de lágrimas? ¿Nosotros no hemos escupido al Hijo que nos dio en su Vientre? Nos engañamos si creemos que hemos sido salvados, que no guardamos en el corazón algún pecado. Pobres de nosotros, porque también hemos hecho derramar incontables lágrimas a la más Dulce de las Madres, y Ella, sigue a nuestro lado pidiendo al Hijo que tenga compasión de nosotros. ¿Cómo pagaremos todo el bien que Ella nos alcanza?

Nos gloriamos de estar bajo la Protección de María, en su Advocación de Guadalupe, pero con cuanta tristeza solo vemos los Templos abarrotados de hijos en su Fiesta. Le agrada, sí, pero más agrado tendría en ver que sus hijos, se encuentran con Jesús cada Domingo, que se acercan a él, no solo cuando la necesidad material o espiritual hace desbaratar al alma. Más parece una devoción de hijos hipócritas y convenencieros, que como el hijo prodigo, acudimos para reclamar lo que queremos y alejarnos para despilfarrarlo en una vida cubierta de pecado, y aunque siempre permanece el Señor a la espera del regreso… ¿Para qué sentir el remordimiento final para regresar a él, si podemos gozar siempre de su casa?


Un Verdadero hijo de María, ama lo que la Madre ama, y Ella, ama a Dios con una intensidad como ninguna creatura humana le ha amado ni le amará jamás, Ella, que le concibió en su Vientre, que le amamanto, lo crío, lo acompaño a la Cruz y fue testigo de la Resurrección. Un Católico que se jacté de ser hijo de María, no puede vivir separado de Jesús en el Santísimo Sacramento, de recibirlo, porque si Ella fue digna de ser Sagrario de Cristo, él mismo nos concede el mismo privilegio cada vez que lo recibimos en la Santa Comunión, nos convierte en sus Templos y nos transforma en Él con una delicadeza, que ni siquiera los ángeles en el cielo tienen tan grande privilegio de poder recibirlo, solo nosotros, los hijos.

          Que Ella, la Madre Tierna y llena de Dulzura por los hijos fieles, los alejados que espera con los brazos abiertos, los caídos que les tiende la mano para levantarlos, nos enseñe a decirle ¡sí! A Dios en cada momento, para que al final de nuestra vida, podamos escuchar decir: “Aquí estoy, ven a gozar conmigo de la Presencia de Dios”. Que así nos lo conceda.



Mauricio Parra Solís
Totus tuus ego sum et omnia mea tua sunt.
Accipio te in mea omnia.
Praebe mihi cor tuum Maria!*



Diócesis de Mexicali, B. C., 02 de Diciembre de 2017

miércoles, 25 de octubre de 2017

Carta al Arzobispo de Puebla: "Custodia WhatsApp"

Mexicali, B.C., a 25 de Octubre de 2017
Asunto: “Custodia WhatsApp”


Excelentísimo Señor
D. Víctor Sánchez Espinoza
Presidente de la Comisión de Pastoral Litúrgica
de la Conferencia del Episcopado Mexicano
Arzobispo Metropolitano de Puebla
P R E S E N T E. –


                Reciba Padre un cordial saludo, pidiendo al Señor Jesús, le bendiga y le guarde, y le ilumine con el Espíritu Santo que nos ha Prometido.


                Le escribo estas líneas con una profunda tristeza, indignación y santo coraje en el Señor, de ver una y otra vez, alegando las Pastorales de inclusión se es profanado y pisoteado el Misterio de Nuestra Fe: la Santísima Eucaristía, donde tan Admirablemente se Encarna Nuestro Divino Redentor. Como si no fuera ya poco y suficiente la infeliz muestra sacrílega de la Compañía de Jesús en la Universidad Ibero de Puebla con la Profana “misa” coldplay, viene ahora el Pontificio Seminario Palafoxiano de Puebla a dar muestra de Sacrilegio con una burla de Custodia con los símbolos mundanos de “whatsapp”, alegando y justificando el Año de la Juventud.

                ¿Es que acaso desvirtuando la fe de los jóvenes pretendemos acercarlos a la Iglesia? Buscamos Católicos firmes y bien formados en su Fe, y esta manera no ayuda absolutamente en nada, y si deja mucho que desear la Formación que reciben nuestros Seminaristas y Futuros Sacerdotes. Hay que hacer un esfuerzo para que los fieles regrese, es cierto, pero Padre mío, esta no es la manera.

                Y más causa tristeza, que todas estas aberraciones litúrgicas se realicen bajo se Cayado Pastoral, cuando Su Excelencia es el Presidente de la Comisión de Pastoral Litúrgica en la Conferencia del Episcopado Mexicano. ¿Hasta cuándo habrá que soportar esto? ¿Estas son las tan “favorables” reformas litúrgicas irreversibles de las que tanto se alardea en Sede de Pedro por boca del Papa Francisco? ¡Profanar cada vez más y con mayor ahínco el Santísimo Sacramento!

                No basta con emitir comunicados, cabe decir, mediocres de desautorización, que a reducidas palabras son permisos bien dados, cuando no se pone en realidad un límite y una sanción, cuando la Iglesia nos enseña cómo tratar a Jesús en el Santísimo Sacramento. Deslindarse no es sino una manera netamente cobarde de conceder el permiso al sacrilegio. ¿Qué acaso no tiene Su Paternidad toda la Autoridad del Episcopado que le unge para poner un límite y un orden? ¿Por qué pues, tanta mano blandengue en el actuar?

                ¡Basta ya de callar! Para hablar mientras se ofende a Cristo la lengua se nos enrosca, pero para sancionar a quienes gritan con justa razón se extiende de par en par, ¡Coherencia! ¡Coherencia! Que tal parece que a Iglesia Santa de Dios camina por el desierto como si No tuviera Pastores, porque los intereses de ellos no son los de Cristo, sino los del mundo y el demonio.

               
Imponerme las sanciones que así quiera usted por alegar, pero hoy más que nunca es una exigencia a los Pastores: !Darnos la Fe! La Fe Católica verdaderamente, no más otra que ha desplazado al Señor del Centro de su Inmaculada casa, pues pareciera que más se enseña el error que la verdad. Ustedes han sido constituidos para enseñar la verdad y guardarla, no para pisotearla y desdeñarla. Si no fuera cosa de grave importancia, no me atrevería a hablar como me he atrevido a hacerlo aquí, más sin embargo, por callar es que existen los males, no solo en el mundo, sino también dentro de la Iglesia de Cristo.

                Me someto en Obediencia a la Iglesia, como a mí Madre muy Amada, en quien espero vivir y morir con la Gracia de Dios, y por amor a Ella hablo, con obediencia y reverencia hacia mis Obispos. Pido al Espíritu Santo le ilumine, a la vez que de rodillas pido, besando su Anillo Pastoral, su más Paternal Bendición Apostólica.

                Sinceramente.


Mauricio Parra Solís

Seglar Comprometido


Beato Juan de Palafox y Mendoza