“Ay de aquel que haga pecar
a uno de estos inocentes que creen en mío,
más le vale que se ate una piedra de molino al cuello
y se lance al mar”
Mt. 18, 6
Estimado Señor Tomás:
No lo conozco, soy un joven, seglar comprometido de 25 años de edad de la Ciudad de Mexicali, por la Gracia de Dios, con la experiencia de haber tenido Formación en el Seminario Diocesano. He querido escribirle estas líneas, después de haber visto su penosa charla en un programa radiofónico. Y recalco “penosa”, porque ese pensamiento no es digno en absoluto de un Ministro de Cristo, que ha sido llamado al inmerecido Don de la Vocación Sacerdotal, sino más bien, es el pensamiento de una persona mundana, a la que el demonio tiene abierta entrada, y tristemente, más de un protestante, pero tristemente ha sido de un Sacerdote, que a semejanza de Judas, ha traicionado a su Señor.
Usted ha dicho: “Yo me siento muy libre de no tener vergüenza de verme con quien sea, del género que sea, yo apoyo tanto a personas gay, políticos, en mi vida personal me mantengo con mucha estabilidad, pero yo viajo y si hay necesidad de echar una partida la echo. Yo siempre llevo mi condón preparado por si viene al caso y porque una canita al aire a nadie le viene mal si te da estabilidad emocional”. Sinceramente, su actitud no es de libertad, sino de esclavo, pero… ¿Esclavo de qué? De sus pasiones desordenadas, alejadas de toda libertad de los hijos de Dios que nos insta en el Evangelio. La Iglesia, nuestra Madre, nunca ha dicho que se les retire el apoyo a los homosexuales, pero como Madre, tiene normas que exigir, por amor a ellos, y por su bien y verdadera libertad, no para solapar sus malas acciones. Ha expresado también llevar un condón por si el caso, ciertamente, usted, como Ministro Consagrado que se supone que es, no debería ni siquiera de portarlo por ningún motivo, es Consagrado y debe dar testimonio en lo privado y en lo público. Pero es indignante, triste y decepcionante que un supuesto sacerdote se exprese al decir: “UNA CANITA AL AIRE A NADIE LE VIENE MAL”, perdóneme por las palabras que le diré, pero ¿está usted en una inestabilidad mental?
¿Con que lengua usted exhorta en el Ambón la Palabra de Dios a vivir los Mandamientos, cuando de su boca no han salido sino porquerías indignas de un Sacerdote? En lo personal, es un Sacerdote decepcionante, le respeto y siento compasión por usted, pero de ninguna manera le aplaudo ni le solapo semejante atrocidad. Ya Nuestra Iglesia está bastante lastimada, como para sufrir más llagas y guardar más basura clerical con testimonios demoniacos de Sacerdotes. ¡Basta ya! ¡Basta! Lo digo, lo grito como hijo de la Iglesia. No somos santos, estamos en proceso y en camino de santificación, y los Laicos, necesitamos verdaderos Pastores que den Ardiente Testimonio de la Caridad del Corazón de Jesús, no de la Arrogancia Infeliz de Satanás, destructor de la Obra de Cristo.
En su Curriculum según se ha dicho, lleva “trabajando” en temas de moral y ética con el Gobierno del Estado de Sonora, pero… ¿Es que acaso tiene usted ética y moral al tener esas declaraciones? ¿Tiene de verdad una Vida Espiritual siendo Sacerdote, ejerza o no el Sagrado Ministerio? Como nos recita el Evangelio: “Más le valdría atarse una roca de molino al cuello y tirarse al mar”. Por su incoherencia. A alcanzado una formación intelectual solida tal vez, pero ciertamente, en el Ministerio Sacerdotal, siento, y es una opinión muy personal, no ha entendido el grado de responsabilidad que representa el Orden Sagrado, ni ha entendido que representa a Cristo, la intelectualidad no quita la incapacidad espiritual, ni nos hace más o menos agradables o dignos a los ojos del Señor Jesús.
Más le valdría a usted señor, renunciar definitivamente a la Sotana a Celebrar Profanamente los
Sagrados Misterios, dejando el Sacerdocio y dedicarse a los asuntos del mundo. Haría menos daño a la Iglesia. ¡Ya no necesitamos malos Ministros! ¡Necesitamos Pastores verdaderamente según el Corazón de Cristo!
Solo me resta decirle que oro por usted para que verdaderamente lo ilumine el Espíritu Santo, porque con semejantes declaraciones dudo mucho que sea él quien le inspire, sino un espíritu muy pernicioso. Y le digo como Seglar Comprometido: ¡Ya no dañe más a la Iglesia! Por honor del amor, pero por un falso amor, nos abrimos al dios modernidad, el erotismo, el hedonismo, y podemos ser capaces de proferir palabras que no ayudan a edificar, sino a causar escándalo, como usted lo ha hecho.
Dios lo bendiga.
Mauricio Parra Solís
maury.eicm@yahoo.com
Mexicali, B.C., 21 de Julio de 2017. Año Jubilar de las Apariciones de Nuestra Señora en Fátima.
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C.C.P. Arzobispado de Hermosillo
C.C.P. Excelentísimo Señor Arzobispo D. Ruy Rendón Leal
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