“Porque los
guardianes de Mí Pueblo están ciegos,
no se dan
cuenta de nada.
Todos ellos
son perros mudos, que no pueden ladrar,
se pasan la
vida echados y soñando, amigos del dormir…”
Is. 56, 10
Vosotros que sois los
Pastores del Pueblo de Dios, ¿qué más necesitan ver para actuar verdaderamente
por los intereses del Evangelio, por la Salvación de las almas? Si vosotros no
dan a las almas alimento de Vida Eterna, solo dan migajas a los hijos, sentados
a la mesa del Rey, siendo príncipes, se hartan a sus anchas mientras los hijos
mismos del Señor reclaman las sobras, como Lázaro a las faldas del rico
acaudalado.
¡Se han convertido en
ídolos indolentes que ni ven, ni escuchan, ni hablan! Enfocados a los propios
intereses y a la propia comodidad, abandonando la Cruz, para sentarse en el
Tabor de la transfiguración propia de los placeres, el poder y el estatus. Son
Príncipes de la Iglesia, ¡sí! Pero también han sido Consagrados Reyes Servidores.
Cristo sirvió hasta el extremo del Calvario, ¿y vosotros? ¿Cuándo serán
verdaderos Servidores de Cristo?
La Nación Mexicana,
es vista agonizar de diferentes maneras, las conciencias aletargadas, al borde
de la agonía, naturalmente asolada por el caos y la destrucción, y vosotros,
Pastores permanecéis en un silencio culpable que clama al cielo ante los gritos
de los Hijos Fieles de Cristo, al cuidado de vuestro cayado, ¡y ustedes
callados! ¿Cuándo seréis capaces de escuchar el clamor de los hijos que llaman
al cielo?
¡Basta ya de los
infelices respetos humanos que son fruto podrido que el demonio siembra en los
corazones! El Pastor ha sido llamado para dar la vida por las ovejas, y
culpablemente vosotros, sacrifican a las ovejas en un patíbulo infame. No
salvan a las almas, antes son los primeros que las entregan a la saña del
verdugo que día y noche esta como león buscando a su presa.
¿Cuántas veces tiene
que alzarse el clamor: ¡Consagrad México, Exorcizar México!? ¿Cuánto más se
solapara el crimen abominable del aborto? ¿Cuándo más de comunicados de rechazo
sin tener acción alguna? El suelo que se fecundo con la Sangre de los Mártires,
San Cristóbal Magallanes y Compañeros, de un Beato Anacleto González, y que
hoy, este suelo es profanado por el derramamiento de Sangre Inocente del
Aborto, Ofrecida a Satanás, y que clama toda justicia a la Divina Paternidad de
Dios.
El Señor está purificando
este suelo, ¿dónde estamos nosotros con las rodillas dobladas y suplicando
¡Misericordia, Señor, hemos pecado!? ¿Dónde están los Sacerdotes con las
víctimas Administrando los Sacramentos, con las Custodias en las manos,
llevando el Santísimo Sacramento? ¡Basta ya de pasividad! ¡Basta ya!
Por no convertirse,
Sodoma y Gomorra fueron devastadas, la Tierra fue sumergida en el Diluvio.
Estamos en el Tiempo de la Divina Justicia… ¿Y no nos doblegamos? Siendo el
rebaño escogido, nación Consagrada a Dios, en manos de Santa María de
Guadalupe, nos hemos convertido en necios, insolentes y soberbios hijos de la
condenación. ¡Excomulgadme si vosotros lo queréis así por gritad de esta
manera! Más sin embargo, ¡atended la súplica de los Hijos que les han sido encomendados!
¡CONSAGREN LA NACIÓN
MEXICANA AL INMACULADO CORAZÓN DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE! ¡INVOCAD AL
GLORIOSO PRINCIPE SAN MIGUEL ARCANGEL SOBRE MÉXICO! ¡EXORCICEN LAS DIÓCESIS!
¡Haced algo! ¡Hacedlo
Ya! Poco es el tiempo y el Señor toca a la puerta y tal pareciera que el camino
de la Santa Madre Iglesia está en las manos de los Seglares que de vosotros. Es
triste, decepcionante. Y tenemos la certeza de que Cristo Reinará, Cristo
Vencerá, Cristo Imperará.
Hijo, por el Bautismo
y la Gracia de Dios de la Santa Madre Iglesia.
Mauricio Parra Solís
Seglar
maury.eicm@yahoo.com
Mexicali, Baja
California, Méx. 20 de Septiembre de 2017.
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