Varias razones tengo para para escribir este
texto sobre el Beato Padre Timoteo Giaccardo, Primer Sacerdote de la Familia
Paulina, y Primer Vicario General de la Misma. La primera, por una devoción
especial, que cuanto mas puedo conocer de él, mas me impacta su temple siempre
decidido a dar mas y mas por la Iglesia, por la Evangelizacion. De un modo
especial, por su amor y fidelidad a la Catedra del Apostol Pedro, en la Persona
del Papa. La segunda razon, en agradecimiento por la gracia concedida a mi
hermana espiritual y compañera de Apostolado, la Sra. Maria Elvira Baltazar, la
curacion de su pie, el cual decian los medicos no volveria a apoyar su pierna
normalmente, y luego de pedir la intercesion del Padre Timoteo, a los pocos
dias, estaba perfectamente recuperada.
Pero, ¿quien es el Beato Timoteo Giaccardo?
Pues bien, nacio en Narzole, Cuneo - Italia, el 13 de junio de 1896. Bautizado
el mismo dia, bajo los nombres de Jose y Domingo. Encontrandose desde su
juventud con el Beato Padre Santiago Alberione.
La relacion que llevo con
el P. Alberione, lo hio cada vez mas sencible a las necesidades de los tiempos,
abriendose a la oportunidad de los nuevos medios de Evangelizacion. En
consecuencia, con el consentimiento de su Obispo, en el año de 1917, con 21
años, pasa a formar parte de la Sociedad de San Pablo, quedando encargado de la
Formacion de los primeros Aspirantes Paulinos. Es de llamar la atencion, que el
mismo clerigo, haya pedido personalmente a su Obispo el salto del Seminario
Diocesano a la Sociedad Paulina, y mas
aun de llamar la atencion, la pregunta que el mismo Obispo le hizo: : “¿Estás
dispuesto a renunciar a tu hábito clerical y al sacerdocio?”. Con dolor en el
corazón, pero sin titubear, aceptó esas condiciones, y las ofreció a Dios por
medio de María con tal de seguir la vocación paulina que él sentía clarísima.
Ante el asombro de todos, en el año de 1919, el joven
clerigo Timoteo, es Ordenado Sacerdote, de manos de su Obispo, quien años antes
le habia puesto como condicion, abandonar el habito y el sacerdocio para pasar
a la Sociedad de San Pablo. Y ademas, este acontecimiento se adelanto a la edad
Canonicamente requerida, debido a una imprevista circunstancia, pues su madre
se encontraba gravemente enferma, y el deseo de está, era verle Ordenado
Sacerdote antes de morir.
Fue el primer sacerdote
paulino y el primer Vicario General de la Sociedad de San Pablo. Su vida es un
ejemplo actual de cómo se puede conciliar la más alta perfección con la más
intensa actividad apostólica. “Modelo para todos los sacerdotes paulinos”, como
declaró el Fundador.
La ordenación sacerdotal del
P. Giaccardo marcó una fecha histórica para la Familia Paulina por otra razón:
él era el primer sacerdote paulino ordenado expresamente para un ministerio
nuevo en la Iglesia. Así la predicación realizada con los medios de
comunicación social quedaba implícitamente considerada como verdadera evangelización.
En enero de 1926, teniendo en cuenta su gran
amor al Papa, el Fundador lo envió a Roma para abrir y poner en marcha la
primera casa filial de la Congregación.
El Fundador le había dicho: “Te mando a Roma en gracia de tu amor a san Pablo y por tu fidelidad al Papa. Estoy convencido de que al Divino Maestro le agradará tener en Roma, junto a su Vicario que representa el Evangelio “hablado”, también una voz que representa el Evangelio “impreso”.
El Fundador le había dicho: “Te mando a Roma en gracia de tu amor a san Pablo y por tu fidelidad al Papa. Estoy convencido de que al Divino Maestro le agradará tener en Roma, junto a su Vicario que representa el Evangelio “hablado”, también una voz que representa el Evangelio “impreso”.
El beato Giaccardo escribió
más tarde en su diario: “Yo, en la Congregación, no tuve la misión de lanzar
nuevas iniciativas, sino de educar, plantar, integrar nuestra Sociedad de San
Pablo en la Iglesia de Roma, sobre la roca de san Pedro, sobre la apostolicidad
de san Pablo; y he comprobado la paciencia de Dios en asistirme para llevar a
cabo este ministerio”.
Colaborador fidelísimo del P. Alberione, se prodigó sin descanso por las
Congregaciones Paulinas que iban naciendo, y que él llevó en sus brazos,
conduciéndolas a una profunda vida interior y a los respectivos apostolados
modernos.
Ya en edad madura, ofreció su vida por la continuidad de su propia
Congregación y para que fuera reconocida en la Iglesia la nueva Congregación paulina
de las Pías Discípulas del Divino Maestro. Y el Señor aceptó su ofrenda.
Pasó a la Casa del Padre el 24 de enero de 1948, víspera de la fiesta de la Conversión de San Pablo. Sus restos mortales yacen en la cripta del Santuario de la Reina de los Apóstoles, Roma (los del beato Santiago Alberione, en la subcripta). Santuario que mandó construir el Fundador en el mismo solar donde el Beato Giaccardo había fundado la primera casa paulina fuera de Alba.
Pasó a la Casa del Padre el 24 de enero de 1948, víspera de la fiesta de la Conversión de San Pablo. Sus restos mortales yacen en la cripta del Santuario de la Reina de los Apóstoles, Roma (los del beato Santiago Alberione, en la subcripta). Santuario que mandó construir el Fundador en el mismo solar donde el Beato Giaccardo había fundado la primera casa paulina fuera de Alba.
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las Causas de Beatificacion y Canonizacion de la Familia Paulina.
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